Cuando una persona recibe el diagnóstico de esclerosis múltiple (EM), a menudo se enfrenta a un mar de dudas, miedo e incertidumbre. Tal como explica el Dr. Sergio Martínez Yélamos, jefe de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital de Bellvitge, 'el momento del diagnóstico sigue siendo un momento de incertidumbre', pero hoy en día la historia ha cambiado mucho respecto a hace 30 años.
La EM es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error la mielina, la capa protectora que rodea las fibras nerviosas. El Dr. Martínez Yélamos lo explica con una metáfora muy clara: 'el sistema nervioso es como un conjunto de cables eléctricos, y la mielina es el plástico que los recubre. Si ese plástico se daña, la señal no circula bien'. Esta pérdida de mielina puede provocar síntomas como hormigueo, debilidad, problemas de visión o fatiga.
Hace décadas, el diagnóstico se basaba en signos clínicos y en la intuición médica. “Cuando no teníamos resonancia, nos guiábamos por signos como el Babinski majestuoso”, recuerda el doctor. Hoy, gracias a la tecnología y a una mayor sensibilización, “diagnosticamos la esclerosis múltiple desde el primer brote”, lo que permite actuar antes y con mayor eficacia.
Actualmente, disponemos de más de 15 tratamientos modificadores de la enfermedad. “Tenemos tantos tratamientos porque cada paciente es diferente, e intentamos ajustar el mejor tratamiento a cada caso”, afirma el Dr. Martínez Yélamos. Además, se diseñan estrategias específicas según las necesidades vitales del paciente, como el embarazo o el trabajo.
El estilo de vida juega un papel fundamental. “Hacer ejercicio físico es más importante para un paciente con EM que para una persona sana”, asegura el Dr. Martínez Yélamos. Un estudio realizado en Bellvitge en colaboración con la Universidad de Barcelona demostró que la actividad física regular mejoraba de forma “dramática” la calidad de vida, la percepción de salud e incluso el estado de ánimo de los pacientes.
El Dr. Martínez Yélamos destaca que “lo más importante no es tanto lo que te pasa, sino cómo te lo tomas”, citando a Joan Manuel Serrat. Por eso, el equipo de Bellvitge acompaña a los pacientes no solo con tratamientos, sino también emocionalmente, ayudándoles a recuperar el control de su vida. “Nosotros no solo ponemos medicación, también motivamos, escuchamos y, si es necesario, ofrecemos apoyo psicológico.”
La investigación ha identificado al virus de Epstein-Barr como un factor clave en el desarrollo de la EM. “Si no te infectas con este virus, prácticamente es imposible tener esclerosis múltiple”, explica el Dr. Martínez Yélamos. Esto abre la puerta a una futura vacuna. “Dentro de 20 años, quizá la Unidad de Esclerosis Múltiple ya no sea necesaria”, afirma con esperanza.