Un estudio con participación de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Bellvitge – IDIBELL que publica la revista científica The New England Journal of Medicine demuestra que incluso los pacientes de ictus con extensas áreas de daño cerebral pueden beneficiarse de ser tratados con trombectomía mecánica.
Este hallazgo cuestiona la idea previa de que ciertas lesiones cerebrales eran irreversibles y abre así nuevas perspectivas en el tratamiento del ictus, por lo que muchos más pacientes tendrán la opción de beneficiarse de los resultados positivos de la trombectomía mecánica.
En el estudio, llamado IN EXTREMIS-LASTE, han participado 26 hospitales de Francia y 7 de España, con un total de 333 pacientes incluidos. La investigación ha sido liderada por el Hospital Universitario de Montpellier. El Hospital Universitario de Bellvitge es el centro de España que ha aportado más pacientes al estudio.
La trombectomía es una técnica para restablecer el flujo sanguíneo en pacientes con ictus eliminando la obstrucción con procedimientos mecánicos que se convirtió en el tratamiento estándar a partir de 2015. Sin embargo, por regla general se seleccionan únicamente para esta intervención los pacientes que sólo sufren cantidades limitadas de daño cerebral. Este criterio se ha basado en la suposición de que la restauración del flujo sanguíneo en grandes áreas del cerebro irreversiblemente dañadas no sólo era inútil, sino que incluso podía causar daños adicionales por el mayor riesgo de hemorragia, entre otros efectos perjudiciales de la reperfusión. Sin embargo, la red internacional de centros de ictus en la que participa el Hospital de Bellvitge ha ido demostrando lo contrario.
El ensayo IN EXTREMIS-LASTE seleccionó a pacientes que hasta ahora se consideraban “irrecuperables” en la práctica habitual por la oclusión de grandes vasos y los amplios daños en el tejido cerebral, los cuales fueron tratados con trombectomía mecánica durante las 7 horas posteriores al ictus.
Las conclusiones indican que la magnitud del beneficio es muy considerable y similar a la observada en pacientes que presentaban cantidades moderadas o pequeñas de daño cerebral. Además, fue uno de los pocos ensayos de trombectomía mecánica que han demostrado los beneficios de este procedimiento en términos de mortalidad.
Del trabajo, se desprende que hasta un 20% más de pacientes con ictus con oclusión de grandes vasos –antes considerados inelegibles– podrán beneficiarse de la trombectomía mecánica.
Según proponen los investigadores principales del estudio, una de las explicaciones de estos resultados puede ser que la parte del cerebro que los estudios de imagen sugieren que queda muerta no lo esté del todo en realidad. En estas áreas, sugieren, pueden quedarse islas de tejido cerebral supervivientes que son recuperables con reperfusión. Estos descubrimientos están en línea con los de otros estudios recientemente publicados.
Según destaca el Dr. Pere Cardona, coordinador de Patología Neurovascular y de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Bellvitge, este estudio “puede suponer un cambio importante en los criterios de manejo de pacientes con ictus agudos con gran oclusión, y también abren un nuevo campo de investigación de modelos para entender mejor la muerte neuronal y las capacidades de recuperación del tejido cerebral en la fase aguda de un ictus”.