La neuralgia del trigémino es una enfermedad crónica, en la que los pacientes afectados presentan un dolor de intensidad muy elevada a nivel facial y craneal, y que se origina en el trigémino, el nervio que recoge la sensibilidad de la cara.
Los episodios de dolor aparecen de forma repentina, habitualmente desencadenados al tocar alguna zona concreta o en circunstancias tan comunes como masticar, hablar, sonreír, bostezar, cepillarse los dientes o, incluso, con los cambios de temperatura. Se calcula que puede afectar a cerca del 1% de la población, siendo más habitual en mujeres y en personas mayores de 50 años.
Muchos casos pueden tratarse con éxito mediante unos fármacos específicos, pero si el dolor no se resuelve o si se requieren muchos fármacos ya dosis muy altas, debe recurrirse a otras opciones terapéuticas más complejas, como procedimientos percutáneos o maniobras quirúrgicas invasivas. En algunos casos, estas opciones no son posibles o no consiguen controlar el dolor de forma óptima, por tanto el paciente seguirá presentando episodios de dolor, que impactarán enormemente en su calidad de vida.

La Unidad de Radiocirugía del Hospital Universitari de Bellvitge (HUB) i del Institut Català d’Oncologia (ICO) del Hospitalet puso en marcha en 2018 el tratamiento de la neuralgia del trigémino mediante radiocirugía. Era el primer programa en Cataluña y uno de los primeros en todo el Estado español en el ámbito de la sanidad pública para administrar lo que se conoce como radiocirugía funcional. En esta técnica, la zona a irradiar no es una lesión bien definida, ya sea tumoral o vascular, sino un área intracraneal con mal funcionamiento. La puesta en marcha de esta nueva técnica evitó que los pacientes tuvieran que desplazarse fuera de Cataluña para realizar este tratamiento concreto.
En 2021, con un total de 32 pacientes tratados, los resultados obtenidos demuestran que el 80% de los pacientes tratados han presentado una mejora del dolor después de tratamiento en radiocirugía y un 73% mantiene esta mejora a largo plazo. Por otra parte, el principal efecto secundario de este tratamiento, la pérdida de sensibilidad facial, se ha observado sólo en un 17% de los pacientes, siendo permanente y realmente molesta sólo en un 3%.
Es importante destacar que el inicio de este tipo de tratamiento ha requerido la coordinación de distintos especialistas de los dos hospitales implicados y un proceso de formación del equipo. Paralelamente, la unidad compartida ICO-HUB ha recibido la certificación de calidad Novalis, que confirma que todos los profesionales que participan en el proceso de la radiocirugía tienen la máxima capacidad para realizarlo, y que todos los procesos y tecnología utilizada están al máximo nivel. Esta certificación de calidad internacional fue la primera que se entregó a un equipo hospitalario (ICO-HUB) de todo el Estado español.
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