Durante ciertas intervenciones quirúrgicas, puede ser necesario utilizar un catéter epidural para controlar el dolor postoperatorio. Este procedimiento se realiza de habitualmente en el Hospital de Bellvitge para garantizar una mejor recuperación y comodidad del paciente.
Durante la estancia hospitalaria, es posible que le coloquen un tubo fino (catéter) en el espacio epidural de la espalda. Este catéter permite administrar medicación analgésica de forma continua para evitar el dolor después de la intervención quirúrgica.
Una vez finalizado el tratamiento con analgesia epidural, el equipo médico retira el catéter y comprueba que la movilidad y la sensibilidad de las piernas son normales.
Las complicaciones graves son muy poco frecuentes (menos de uno de cada 10.000 casos), pero es importante conocer los signos que pueden indicar un problema:

- Enrojecimiento, dolor o pus en el lugar de la inyección.
- Malestar general inexplicable.
- Fiebre o rigidez en el cuello.
- Entumecimiento, debilidad u hormigueo en las piernas.
- Dificultad para tragar agua.
- Incontinencia urinaria o fecal.

Si se observa alguno de estos síntomas, es fundamental acudir inmediatamente al servicio de Urgencias del Hospital. Debe informar a los profesionales de que recientemente le han colocado un catéter epidural para que puedan realizar una valoración rápida, especialmente por parte de los servicios de anestesia y neurología.
