El equipo de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Bellvitge celebró el 31 de octubre una edición más de su tradicional jornada dirigida a los usuarios con motivo del Día Mundial del Ictus (29 de octubre).
Durante la jornada, distintos miembros del equipo, con la colaboración de estudiantes de la Universidad de Barcelona, se ubicaron en el vestíbulo del hospital y fueron ofreciendo a todos los ciudadanos y ciudadanas que entraban por la puerta principal la oportunidad de recibir consejos sobre hábitos y alimentación saludable y de efectuarse controles de la presión arterial y la glucemia.
De esta forma, se ha realizado cribado y educación para la salud a 137 personas y se han llevado a cabo 43 ecografías doppler.
Como cada año, el Día Mundial del Ictus supone un momento oportuno para recordar la importancia de la prevención y concienciación sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El ictus es una alteración brusca de la circulación de la sangre en el cerebro, producida por la obstrucción o la rotura de una arteria. Esto puede producir daños en determinadas zonas del cerebro, cada una de las cuales tiene una función determinada, que pueden dejar de funcionar. Así pues, por ejemplo, el ictus puede afectar al habla, al movimiento de las extremidades, a la visión, entre otras, ya sea de una forma transitoria o más permanente.
En Catalunya, más de 13.000 personas ingresan cada año por ictus o en los hospitales, de las cuales la mitad pueden volver a vivir independientemente en tres meses. Un 15% mueren y el otro 35% de los pacientes sufren secuelas limitantes. Se calcula que una de cada seis personas sufrirá un ictus en algún momento de su vida.