Una forma de ocio aceptada que comporta un gran riesgo
Desde muy jóvenes estamos continuamente expuestos a conductas de juego de apuestas, y a menudo para muchas personas esta sobreexposición está asociada desde la infancia a su pasión por los deportes o a las experiencias lúdicas de juego que han tenido en situaciones sociales o familiares. Además de la relación entre el juego y el entretenimiento, estas experiencias acostumbran a tener connotaciones positivas (como por ejemplo, las imágenes en los medios de comunicación celebrando los ganadores de la lotería de Navidad), y pocas veces se da visibilidad a las consecuencias negativas que pueden suponer. De manera que es habitual que las conductas de juego de apuesta empiecen en un ambiente recreativo. Sin embargo, algunos de estos jóvenes que se inician en el juego como una forma de entretenimiento estarán en riesgo de desarrollar problemas graves en el futuro.
El juego de apuestas constituye un grave problema social desde hace décadas, a pesar de que el perfil de la persona afectada ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Ahora mismo, el más frecuente es el del joven con preferencia por los juegos en línea y de tipo estratégico (en los que las habilidades como jugador influyen en el resultado), como las apuestas deportivas, los juegos de cartas o algunos juegos de casino. Los problemas con los juegos de apuestas continúan siendo más prevalentes en hombres, a pesar de que cada vez hay más mujeres que usan el juego en línea, especialmente para regular estados emocionales negativos o para escapar de problemas como la soledad, la frustración o la insatisfacción con sus vidas.
En este sentido, la popularidad de los juegos en línea ha surgido como un problema relativamente reciente y representa un reto social y de salud pública. Esta modalidad de juego de apuestas es la preferida para los más jóvenes. Las personas que juegan en línea pueden apostar desde cualquier lugar, 24 horas, siete días a la semana y prácticamente sin ningún control, puesto que algunos mecanismos efectivos para el juego presencial no lo son para el juego en línea, que se da en un contexto de más aislamiento y con la posibilidad de invertir más dinero y de una manera más rápida y continuada. Además del gran número de competiciones deportivas y juegos disponibles a través de medios electrónicos, hay competiciones deportivas que están diseñadas exclusivamente para las apuestas en línea, como la Copa Setka, una competición de tenis de mesa que se juega durante las 24 horas del día, todos los días, y que tiene como única finalidad las apuestas.
De hecho, el juego online representa un riesgo grave para los más jóvenes. Se dan casos de progenitores que descubren que su hijo o su hija ha estado apostando cuando las pérdidas ya son tan grandes que no se pueden esconder. Pero las consecuencias no se limitan solo al aspecto económico,ya que a menudo esta actividad comporta problemas en el ámbito académico, laboral, social e, incluso, legal.
Algunos de los factores de riesgo para presentar una conducta problemática con el juego de apuestas en los más jóvenes son:
- Consumo de sustancias
- Estado psicopatológico alterado
- Alta impulsividad
- Exposición precoz a los juegos de apuestas
La problemática de las apuestas en línea no se limita solo a las plataformas de apuestas deportivas o juegos de azar. En relación con el riesgo que comporta la exposición precoz a estímulos, resulta imprescindible destacar la relación entre algunos mecanismos asociados a los videojuegos y el juego de apuestas, que se basan en principios similares.
Un ejemplo de estos mecanismos son las conocidas como loot boxes o cajas botín, elementos de recompensa que el jugador puede obtener invirtiendo cierta cantidad de tiempo o dinero, y que se suelen representar en forma de cofre o sobre. La característica principal de las loot boxes es que la persona que las compra no sabe qué premio obtendrá, un mecanismo interno habitual en muchos videojuegos. Teniendo el cuenta el nivel de inmersión que se consigue en muchos videojuegos, las recompensas virtuales que se obtienen acaban teniendo un valor real muy elevado para la persona que juega. Por lo tanto, se mantiene siempre la expectativa de lograr una recompensa de gran valor cuando se compra la loot box. Este funcionamiento es el mismo que presentan muchos juegos de apuestas, como las máquinas tragaperras, que funcionan con recompensas aleatorias, normalmente con un valor bajo, pero con la expectativa de conseguir una recompensa más grande. En psicología, este mecanismo se conoce como reforzamiento intermitente, y está demostrado que es la estrategia más efectiva para fomentar que una persona continúe repitiendo una misma conducta.
Algunos adolescentes han llegado a gastar miles de euros buscando recompensas a través de las cajas botín. A la vez, se ha demostrado la relación directa entre estas conductas análogas al juego de apuestas dentro de los videojuegos y la probabilidad de presentar conductas de apuesta en otros entornos. Algunos videojuegos llegan incluso a presentar máquinas tragaperras o ruletas dentro del mismo juego.
El reto que plantea el control de los juegos de apuestas en línea hace imprescindible limitar la exposición a los estímulos de esta actividad entre las personas más jóvenes con, por ejemplo, una regulación más estricta de la publicidad. Sin embargo, debemos ser conscientes de que los estímulos relacionados con los juegos de apuestas y su componente lúdico están presentes en multitud de ambientes, por eso también es necesario fomentar la conciencia de las inevitables consecuencias negativas de esta actividad, especialmente entre las personas más jóvenes. Hay que incluir el tema del juego con dinero en las escuelas, estimular el pensamiento crítico de los niños y los adolescentes y trabajar también en la detección de conductas de riesgo desde diferentes ámbitos (sanitario, familiar y social, a través de los entornos deportivos, de ocio, etc.).
DR. IGNACIO LUCAS ADELL
- Investigador postdoctoral «Juan de la Cierva». Unidad de Juego Patológico y otras adicciones comportamentales
DRA. SUSANA JIMÉNEZ MURCIA
- Jefa del Servicio de Psicología Clínica. Coordinadora de la Unidad de Juego Patológico y otras adicciones comportamentales
Articlo publicado originariamente en la web SOM: Addicions Comportamentals con la colaboración del centro SPOTT.