Un nuevo estudio revisa la compleja relación entre la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), destacando sus características comunes, los factores de riesgo compartidos y las últimas novedades en el tratamiento cuando coexisten. Es esencial integrar un enfoque interdisciplinar que permita una atención sanitaria individualizada de cada paciente.
Históricamente, la obesidad y los TCA se han estudiado por separado. La obesidad se ha entendido siempre como una condición puramente médica, y los TCA han caído en el espectro de las afecciones psiquiátricas-psicológicas, pero cada vez se hace más patente la necesidad de un estudio integral de ambas por la multitud factores que tienen en común. De hecho, en los últimos años se han acumulado una gran cantidad de pruebas que demuestran un aumento de la prevalencia de determinados tipos de TCA, sobre todo de bulimia nerviosa y trastorno de atracón, en personas con obesidad.
Así, se ha visto que la obesidad y los TCA pueden aparecer juntos con frecuencia e incluso solaparse a lo largo de la vida de una persona, empeorando significativamente la salud del paciente y los problemas que se pueden llegar a desarrollar. Y es que si ya por separado son patologías que comparten muchos factores de riesgo, al presentarse conjuntamente crean una sinergia bastante problemática. No sólo por la complejidad intrínseca de cada una, de influencia mutua, sino también por el abanico de alteraciones físicas, metabólicas y mentales que las acompañan respectivamente: cuando coexisten, todo se suma.
Siguiendo esta línea, un equipo de investigadores liderado por el Dr. Fernández-Aranda, jefe de sección del Servicio de Psicología del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), jefe del grupo de Psiconeurobiología de los Trastornos Alimentarios y Conductas Adictivas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), y catedrático de la Universidad de Barcelona (UB), ha realizado una revisión exhaustiva y conjunta de la obesidad y los TCA. En el estudio, que se ha publicado en Trends in Molecular Medicine, analizan las similitudes y diferencias entre ambas condiciones desde una perspectiva multidisciplinar. En este sentido, han corroborado la presencia de factores de riesgo genéticos, psicológicos y ambientales compartidos en el desarrollo tanto de obesidad como de TCA, llegando a hablar de una posible base neurobiológica común, o al menos similar. Aunque la complejidad es enorme, apuntan a que es primordial seguir investigando los mecanismos subyacentes que podrían explicar su coexistencia, para poder tener más herramientas útiles en la detección precoz de individuos susceptibles.
El estudio, que es fruto de la colaboración del consorcio europeo sobre Obesidad y TCA (EprObes), concluye que la obesidad y los TCA son trastornos complejos con muchos factores biopsicosociales compartidos, y resalta la necesidad de estudiar su interacción para saber desarrollar estrategias terapéuticas eficaces en casos de comorbilidad. En estos casos, más allá de aplicar terapias multimodales que combinan psicoterapia, dieta y actividad física, sería necesaria una atención médica especialmente individualizada, que abordara tanto la dimensión biológica como la psicológica y social.
Article de referència
Camacho-Barcia L, Giel KE, Jiménez-Murcia S, Álvarez Pitti J, Micali N, Lucas I, Miranda-Olivos R, Munguia L, Tena-Sempere M, Zipfel S, Fernández-Aranda F. Eating disorders and obesity: bridging clinical, neurobiological, and therapeutic perspectives. Trends Mol Med. 2024 Mar 13:S1471-4914(24)00032-7. doi: 10.1016/j.molmed.2024.02.007.