La microbiota intestinal: aliada clave para la salud

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (sobre todo bacterias) que viven en nuestro intestino y que forman una comunidad muy numerosa y diversa. Se calcula que existen miles de millones de microorganismos por gramo de heces y que, en total, pueden llegar a pesar aproximadamente 2 kg. Esta comunidad dispone de un número de genes muy superior al de nuestro propio genoma y actúa casi como órgano más del cuerpo.

La microbiota comienza a establecerse muy pronto, desde sus primeros momentos de vida, y evoluciona durante la infancia hasta adquirir un perfil similar al de una persona adulta, aproximadamente hacia los 3 años. Varios factores influyen en esta configuración:

  • Tipo de parto (vaginal o cesárea)
  • Alimentación inicial (leche materna o fórmula)
  • Introducción progresiva de los alimentos sólidos durante el destete
  • Uso de antibióticos y otros medicamentos
  • Factores ambientales, genéticos y de estilo de vida

El período del destete es especialmente importante porque se produce una “reacción” del sistema inmunitario a la nueva microbiota, que contribuye a su maduración y puede influir en el riesgo de sufrir enfermedades inmunomediadas más adelante.

La microbiota intestinal participa en numerosos procesos esenciales para la salud:

  • Función metabólica: fermenta la fibra que el organismo no puede digerir, genera energía para las células intestinales, metaboliza sustancias externas y contribuye a la síntesis de vitaminas como la vitamina K, los folatos y la biotina
  • Función de protección: compite con microorganismos patógenos, produce sustancias antibacterianas y favorece la secreción de IgA, un anticuerpo clave en la defensa de las mucosas
  • Función inmunológica: es fundamental para el desarrollo y regulación del sistema inmunitario intestinal, ayudando a mantener un equilibrio entre respuesta defensiva y tolerancia
  • Mantenimiento de la barrera intestinal: contribuye a preservar la integridad de la mucosa, fortalece las uniones entre células y participa en la producción de muque y péptidos antimicrobianos, evitando el paso de sustancias nocivas en la sangre

Cada persona tiene una microbiota propia, influida por la genética, dieta, entorno y tratamiento con medicamentos, entre otros factores. Sin embargo, los estudios indican que existe un “núcleo” funcional común: diferentes individuos pueden tener bacterias concretas diferentes, pero con capacidades metabólicas y de regulación de la salud muy similares.

Se habla de disbiosis cuando se produce una alteración de la composición y/o la diversidad de la microbiota, con pérdida de funciones beneficiosas. Esta disbiosis se ha relacionado con diversas enfermedades:

  • Trastornos digestivos: infección por Clostridioides difficile, enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa), síndrome del intestino irritable
  • Enfermedades metabólicas y cardiovasculares: obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, arterioesclerosis
  • Enfermedades inmunológicas y alérgicas: asma y otros procesos inflamatorios
  • Algunos trastornos neurológicos y del comportamiento: relaciones descritas con autismo y otros trastornos, aunque todavía se están estudiando
  • En la mayoría de casos se trata de asociaciones y, por tanto, hace falta prudencia: no siempre está claro si la disbiosis es la causa de la enfermedad, una consecuencia o ambas cosas a la vez

La infección por Clostridioides difficile (ICD) es un claro ejemplo de la importancia de la microbiota. A menudo aparece después de tratamientos con antibióticos que alteran profundamente las bacterias intestinales. Cuando la microbiota sana está intacta, facilita la producción de metabolitos (como los ácidos biliares secundarios y los ácidos grasos de cadena corta) que dificultan la germinación y crecimiento de C. difficile y mantienen la barrera intestinal en buen estado.

Cuando esta microbiota se ve dañada por antibióticos, se pierde la protección: la barrera mucosa se debilita y C. difficile puede proliferar, producir toxinas y causar diarrea grave. Aunque tratamientos como la vancomicina o la fidaxomicina suelen controlar el primer episodio, hasta un 25% de los pacientes pueden presentar recurrencias, y después de una primera recurrencia el riesgo de nuevas recaídas puede llegar al 45-65%.

El trasplante de microbiota fecal consiste en administrar microbiota procedente de un donante sano en el intestino de un paciente, con el objetivo de restaurar un ecosistema intestinal diverso y funcional. Es un procedimiento que se ha ido perfeccionando a lo largo de las últimas décadas y que ahora puede realizarse mediante colonoscopia, sonda digestiva o cápsulas formuladas específicamente.

En el caso de la infección recurrente por C. difficile, varios ensayos clínicos han demostrado que el TMF puede conseguir tasas de curación superiores al tratamiento antibiótico convencional, con porcentajes globales que en algunos estudios alcanzan el 80-90% después de una o pocas infusiones. Además, se ha observado que, después del TMF, la diversidad de la microbiota de los receptores se asemeja más a la de los donantes sanos.

El uso del TMF en otras patologías, como la colitis ulcerosa o en combinación con inmunoterapia oncológica, es un campo en expansión, pero en muchos casos todavía se considera una estrategia en fase de estudio y evaluación.

Algunos hábitos pueden contribuir positivamente a la salud de la microbiota intestinal:

  • Seguir una alimentación rica en fibra (fruta, verdura, legumbres, cereales integrales) y con alimentos de origen vegetal variados 
  • Incluir, si es posible y recomendado, alimentos fermentados (por ejemplo, algunos yogures y productos lácteos fermentados) 
  • Evitar el abuso de alimentos ultraprocesados, grasas poco saludables y azúcares refinados 
  • Realizar actividad física de forma regular y adaptarla a cada situación personal 
  • Dormir y descansar adecuadamente y gestionar el estrés 
  • Utilizar los antibióticos sólo cuando son realmente necesarios y siempre bajo indicación profesional

El Hospital Universitario de Bellvitge se ha convertido en centro de referencia en Cataluña y en España en el estudio del microbioma humano, la comunidad de microorganismos variables que habita en el aparato digestivo y en otras áreas del cuerpo humano. La investigación en este ámbito nos permitirá descubrir más de nuestro sistema biológico: cómo interviene el microbioma en los procesos de defensa contra las infecciones, cómo influye en nuestro sistema inmunitario o su implicación en la salud o en ciertas enfermedades.

El primer paso ha sido la creación de una Unidad Transversal que potencia el Trasplante de Microbiota Fecal (TMF) para infecciones causadas por Clostridiodes difficile. Esta bacteria produce daños graves en el colon poniendo en riesgo la vida de pacientes, en ciertos casos. En infecciones recidivantes, el TMF se considera la estrategia más eficaz, superior al tratamiento antibiótico.

Para combatir el C. difficile, nuestra Unidad produce cápsulas liofilizadas a partir de las heces de donantes con un microbioma intestinal sano. Éste es un tratamiento oral innovador y eficaz en menos de 48 horas. El Hospital Universitario de Bellvitge es el único centro de Cataluña que es capaz de fabricar cápsulas liofilizadas de microbiota intestinal.

En paralelo, impulsa un Banco de MicrobiotaEste Banco hace posible, por un lado, facilitar el TMF a pacientes ingresados en otros hospitales; por otra parte, iniciar programas experimentales para explorar el uso de este trasplante pionero en otras patologías.

Para poder tener perfectamente caracterizado el microbioma de las muestras depositadas en el Banco, es indispensable su análisis mediante técnicas de secuenciación de nueva generación (NGS). Esta metodología permite analizar y cuantificar la diversidad microbiana de las muestras de donantes y receptores, evaluando el impacto del TMF en otros contextos clínicos. El estudio del microbioma por NGS revolucionará el diagnóstico microbiológico clínico en los próximos años y probablemente contribuirá de forma importante a la medicina personalizada del futuro.

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