Desmontamitos: 5 falsos mitos sobre la enfermedad de tiroides

Aunque es cierto que las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar enfermedades tiroideas, como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo, los hombres también pueden verse afectados. La enfermedad de tiroides puede ocurrir en personas de cualquier género y edad.

Los cambios en el peso a causa de la enfermedad tiroidea suelen ser escasos contrariamente a la idea que mucha gente tiene. La enfermedad tirodea también puede provocar una amplia gama de síntomas y problemas de salud, como cansancio, problemas de piel y cabello, intolerancia al frío o al calor, problemas digestivos, falta de crecimiento en los niños, trastornos analíticos (por ejemplo alteración en los niveles de colesterol), alteraciones del corazón,  y problemas de menstruación en las mujeres.

En la mayor parte de los casos las personas con enfermedad de tiroides tienen síntomas diversos y poco específicos e incluso pueden no presentar ningún síntoma. Ante la presencia de síntomas compatibles, el médico de familia puede solicitar una analítica para comprobar si existe algún problema. Dicha analítica es de fácil realización en cualquier centro de salud y es muy fiable.

Diagnosticar y tratar la enfermedad de tiroides no suele ser difícil hoy en día. El médico de familia es el responsable de solicitar una analítica ante la sospecha clínica. Una vez diagnosticada, el tratamiento lo realizará el propio médico de familia y, en determinados casos en función de la gravedad y complejidad, el endocrinólogo.

Aunque algunas personas pueden necesitar tratamiento de por vida para su enfermedad de tiroides, en otros casos no es así y el tratamiento dura un tiempo delimitado. Además, en algunos casos, la enfermedad de tiroides puede resolverse por sí sola o con tratamiento adecuado. Es importante realizar un seguimiento regular con un médico para monitorizar los resultados obtenidos y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Servei de Endocrinología