Mamografía con contraste: información de la prueba

Es una prueba de imagen que se realiza después de administrar un contraste yodado (sustancia que se usa en estudios de imagen basados en rayos X). Para ello, se pincha una vena periférica y se introduce una cantidad variable de contraste. Luego, se toman imágenes de la mama para analizar cómo los tejidos mamarios captan este contraste. El objetivo principal es descartar o confirmar lesiones mamarias y ayudar a diagnosticar una lesión maligna.

Primero, tendrás que firmar un consentimiento informado. Se comprobará que los valores de la función de tus riñones (creatinina, filtrado glomerular) estén en rango normal, ya que es necesario para introducir el contraste. Después de 2 minutos de introducir el contraste, se realizarán diferentes proyecciones mamográficas en un margen de 10-12 minutos y luego se procesarán las imágenes para analizar si hay lesiones mamarias.

Las complicaciones son muy poco frecuentes, pero pueden incluir:

  • Reacciones adversas al contraste yodado
  • Reacciones vagales (mareos)
  • Extravasación del contraste en el lugar de la punción.

Los rayos X, aunque no son inocuos, conllevan un riesgo muy bajo en las dosis necesarias para la exploración, en relación con los beneficios que aporta al diagnóstico.

Esta prueba no debe realizarse si tienes alergia conocida al contraste yodado, excepto en casos necesarios con premedicación para prevenir reacciones adversas.

No es aconsejable realizarla en mujeres embarazadas o con sospecha de embarazo. Si estás embarazada o piensas que podrías estarlo, comunícalo al médico responsable y se valorará el beneficio-riesgo de la prueba.

No es necesario acudir en ayunas ni otras preparaciones.

Acudir acompañado/a de un adulto.

Haz click aquí para ver el video gentileza de la SEDIM (Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen de la Mama).

Diagnóstico por la Imagen

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