Descubre cómo la ablación puede tratar el cáncer de mama sin cirugía ni quimioterapia.
El procedimiento al que va a ser sometida se llama ablación y consiste en la destrucción de células tumorales benignas o malignas, sin cirugía ni quimioterapia, mediante la aplicación intratumoral de un dispositivo que aumenta la temperatura (radiofrecuencia, microondas) o disminuye la temperatura (crioablación).
Este procedimiento se realiza con anestesia local y con ingreso en el mismo día.
Consiste en colocar, mediante guía ecográfica, una aguja fina en el seno del tumor que se le va a tratar. Una vez colocada, se transmitirán por la aguja las ondas de calor o frío que destruirán el tejido tumoral sin lesionar el tejido sano que lo rodea. La duración de la ablación oscila, dependiendo de las técnicas, entre 5 y 30 minutos.
Actualmente, la alternativa sería la intervención quirúrgica.
Las complicaciones más frecuentes son muy leves, como la aparición de hematomas y edema de la piel o del músculo pectoral. Pueden aparecer hasta en el 80% de los casos. Complicaciones más graves como infección, hematoma intramamario o quemadura de la piel son menos frecuentes y no llegan al 1% de los casos.
En este caso cabrían dos opciones, también por vía percutánea: repetir este mismo procedimiento o extirpar el posible resto mediante un sistema de vacío. Una tercera alternativa sería la extirpación quirúrgica del resto de la lesión.
Ver el video de la Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen de la Mama:
Servicio de Diagnóstico por la Imagen