Hay diferentes pautas para la administración de las vacunas. Al inicio –en la mayoría de vacunas–, la administración es semanal. A continuación, la dosis aumenta progresivamente hasta llegar a una dosis de mantenimiento. A partir de entonces, la administración será mensual.
Después de una cuidadosa evaluación de su enfermedad, el alergólogo ha decidido iniciar la administración de una inmunoterapia (comúnmente llamadas vacunas) para tratar su alergia.
Con la vacunación se pretende que usted tenga una mayor tolerancia contra el alérgeno que le provoca los síntomas.
Hay diferentes pautas para la administración de las vacunas. Al inicio –en la mayoría de vacunas–, la administración es semanal. A continuación, la dosis aumenta progresivamente hasta llegar a una dosis de mantenimiento. A partir de entonces, la administración será mensual.
En pacientes alérgicos al polen, se puede empezar a administrar la vacuna unos meses antes de que llegue la temporada de máxima polinización y, después, continuar durante la polinización.
La mejora clínica no es inmediata y puede tardar unos meses en notarse. Si al cabo de un año no se ha producido mejora, por lo general será necesario volver a valorar el caso.
Las vacunas son complementarias al tratamiento farmacológico y a las medidas de control ambiental.
En caso de embarazo no se puede iniciar una vacuna, aunque sí se puede continuar en caso de que esté en fase de mantenimiento.
- Una vez hecha la solicitud a la farmacia, tendrá que esperar aproximadamente un mes.
- Las vacunas se deben guardar en la nevera (no congelar).
- Las vacunas se deben administrar en un centro médico, donde tendrá que esperarse 30 minutos después de cada inyección para tratar adecuadamente los posibles efectos adversos que se puedan producir.
- La administración se hará durante un mínimo de 3 años.
Servicio de Alergología.