Los ácaros son microorganismos habituales de nuestro entorno, que son muy pequeños e invisibles para el ojo humano. Viven en el polvo doméstico y se acumulan fundamentalmente en alfombras, tapicerías, mantas, colchones, almohadas y, en general, en el material textil (incluidos los juguetes de peluche y la ropa).
Los ácaros son microorganismos habituales de nuestro entorno, que son muy pequeños e invisibles para el ojo humano. Viven en el polvo doméstico y se acumulan fundamentalmente en alfombras, tapicerías, mantas, colchones, almohadas y, en general, en el material textil (incluidos los juguetes de peluche y la ropa).
Su desarrollo depende sobre todo de la humedad ambiental y la temperatura.
Algunas personas con sensibilidad a los ácaros pueden tener manifestaciones de alergia respiratoria (rinoconjuntivitis y asma).
- Ventile a diario los espacios cerrados, sobre todo el dormitorio.
- Utilice aspirador y trapos húmedos en la limpieza habitual. Si utiliza aspirador, es recomendable que lleve un filtro HEPA.
- Procure que el dormitorio sea la habitación más aireada y soleada de la casa.
- Cambie la ropa de cama que tenga lana, miraguano, algodón, crin o plumas por materiales sintéticos.
- Lave a menudo la ropa de la cama a temperatura elevada. Se recomienda una vez por semana.
- Airee bien la cama y aspire la almohada y el colchón.
- Cubra la almohada y el colchón con fundas especiales antiácaros.
- Evite las moquetas, alfombras, tapicerías y cortinas pesadas.
- No tenga muñecos de peluche ni juguetes de lana en la habitación.
- Guarde la ropa en bolsas de plástico y dentro de los armarios.
- No deje objetos que puedan almacenar polvo en el dormitorio: libros, papel, etc.
- Es preferible que la vivienda esté en una zona seca y soleada.
- Las zonas de montaña y a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar tienen menos cantidad de ácaros y, por tanto, el paciente presentará menos síntomas.
- Las casas poco habitadas deben limpiarse y airearse una hora antes de que llegue el paciente.
Servicio de Alergología