¿Qué saber sobre la toxina botulínica? Te lo explicamos
- ¿Qué es la toxina botulínica?
- ¿Qué efecto obtenemos?
- En qué casos la aplicamos
- Contraindicaciones
- ¿En qué consiste?
- ¿Es segura la toxina?
- ¿Cuáles son sus posibles efectos secundarios?
- ¿Es dolorosa la terapia con toxina?
- Tratamiento
- ¿Cuándo se hace evidente el efecto de la toxina?
- ¿Cuánto dura el efecto?
- ¿Cada cuánto se puede pinchar la toxina?
- Marcas
Es un fármaco obtenido a partir de la bacteria Clostridium botulinum. Actúa sobre la placa motora (que es la conexión entre el nervio y el músculo) e impide la liberación de acetilcolina, la sustancia mensajera de la transmisión del impulso nervioso hacia el músculo.
El efecto alcanzado es la disminución del tono del músculo afectado y una reducción del dolor, mejorando así la calidad de vida del enfermo.
- Espasticidad producida por accidente vascular cerebral, traumatismo craneal, lesión medular, esclerosis múltiple, parálisis cerebral infantil.
- Parálisis facial periférica (secuelas).
- Blefarospasmo.
- Estrabismo.
- Distonía cervical.
- Distonía ocupacional.
- Espasmo hemifacial.
- Síndrome miofascial (en estudio)
- Otros en estudio.
- Mujeres embarazadas y lactantes.
- Enfermedades neurodegenerativas (ELA).
- Miopatías.
- Miastenia grave y síndrome de Eaton-Lambert.
- Si el paciente está tomando anticoagulantes, éstos deben suspenderse como mínimo una semana antes de la aplicación de la toxina para evitar la producción de hematomas.
- Estado febril.
- Aminoglucósidos (antibióticos).
En la infiltración con aguja de insulina o intramuscular de pequeñas cantidades de toxina botulínica diluida con suero fisiológico directamente en los músculos afectados.
El procedimiento es seguro, ya que la cantidad utilizada es la que cada músculo necesita sin sobrepasar nunca la dosis máxima permitida. La toxina permanece largo tiempo en el punto inyectado y no entra en contacto con órganos sensibles como el hígado, el corazón o los riñones.
No existen efectos permanentes. Puede ocurrir una disminución temporal del tono de un músculo situado cerca del área inyectada (generalmente sin interferir en su función). También puede aparecer algún pequeño hematoma que desaparece espontáneamente en pocos días. En ocasiones, pueden aparecer síntomas que recuerden a un cuadro gripal.
La toxina botulínica debe ser inyectada en el músculo hiperactivo (normalmente de 1 a 4 inyecciones por músculo). Las inyecciones pueden resultar desagradables (aunque varía la tolerancia del paciente).
Se realiza en la consulta ambulatoria. El paciente se reincorpora inmediatamente a sus actividades habituales sin tener que tomar ninguna medida de precaución.
El efecto aparece generalmente entre el 3º y el 6º día (aunque hay quien puede notar los efectos ya en las primeras 24 a 72 horas) y alcanza su punto máximo entre la 2ª y 3ª semana, según la persona.
Los efectos no son definitivos, tienden a disminuir a partir de los 3-4 meses y desaparecen aproximadamente a los 5-6 meses.
No se podrá volver a inyectar toxina hasta pasados 3-4 meses de la anterior sesión, puesto que se pueden producir anticuerpos que actúen contra la toxina y hagan inefectivo el tratamiento.
En este momento hay 2 tipos de toxina comercializadas, la tipo A y la B. El uso de una u otra dependerá de la patología del enfermo. Pero la B de momento sólo se utiliza para las distonías de torsión.
