Profesionales del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) han colaborado con investigadoras del IDIBELL y del Instituto Catalán de Oncología (ICO) en el descubrimiento de un mecanismo que explica la respuesta diferencial de las células tumorales a diversas inmunoterapias. Además, han identificado biomarcadores que pueden predecir la eficacia de estos tratamientos. Publicado en Nature Communications, este descubrimiento permitirá personalizar el tratamiento del carcinoma de piel, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
El carcinoma de células escamosas de la piel es el segundo cáncer de piel más frecuente y se prevé que en los próximos años aumenten los nuevos casos diagnosticados. Aunque en la mayoría de los casos la escisión quirúrgica es suficiente, algunos pacientes acaban desarrollando tumores agresivos con un pronóstico clínico desfavorable. Para estos, la inmunoterapia anti-PD-1 ha supuesto un avance terapéutico importante, ya que estos fármacos potencian la actividad antitumoral del sistema inmunitario del paciente. Sin embargo, aún no se sabe de manera precisa por qué cerca de la mitad de los pacientes no responden o adquieren resistencia al tratamiento. Esto hace prioritario encontrar biomarcadores que ayuden a identificar y seleccionar los pacientes que se beneficiarán más del tratamiento.
Este ha sido el objetivo del estudio publicado en la revista Nature Communications y liderado por las Dras. Laura Lorenzo-Sanz, también primera autora del trabajo, y Purificación Muñoz, jefa del grupo de envejecimiento y cáncer del IDIBELL. Con la colaboración del Hospital de Bellvitge y el ICO, los investigadores han podido describir cómo las células tumorales de este carcinoma interactúan y bloquean la acción del sistema inmunitario en los diferentes momentos de la progresión tumoral. Se adaptan de forma dinámica y plástica, de tal forma que es posible identificar los tratamientos más eficaces para cada estadio de la enfermedad.
“Hemos encontrado biomarcadores que predicen la respuesta del tumor a la inmunoterapia en diferentes estadios de progresión, utilizando muestras de carcinoma de células escamosas de la piel, cabeza y cuello, y de melanoma. Estos biomarcadores permitirían predecir la respuesta a la inmunoterapia anti-PD-1 y nos informarían de cuál sería la opción terapéutica más adecuada para cada paciente”, comenta la Dra. Muñoz.
En conclusión y como explica la Dra. Lorenzo-Sanz, “estos resultados son prometedores y confiamos en que, una vez validadas las conclusiones en un mayor número de pacientes, podamos llegar a personalizar la estrategia terapéutica más adecuada para cada paciente y así aumentar su esperanza y calidad de vida”.
Artículo de referencia:
Cancer cell plasticity defines response to immunotherapy in cutaneous squamous cell carcinoma.
Laura Lorenzo-Sanz et al. Nature Communications. 2024