Continúan las charlas divulgativas del HUB en Hospitalet y El Prat con motivo del 50 aniversario

-

Los pasados días 16 y 17 de marzo se llevaron a cabo dos nuevas conferencias de divulgación de temas de salud en Hospitalet y El Prat, a cargo de profesionales del Hospital de Bellvitge (HUB), en el marco de los ciclos organizados con motivo de la celebración del 50 aniversario del centro.

El día 16 de marzo, un centenar de personas llenaron el Casal de Gent Gran de Can Serra en L'Hospitalet para escuchar la conferencia del dr. Pere Cardona "El ictus: prevención, detección y tratamiento". El Dr. Cardona, director de la Unidad de Ictus y del Programa Neurovascular del HUB, explicó qué es un ictus, qué tipos existen, cómo detectarlos, cómo actuar ante una sospecha de ictus y qué tratamientos existen para cada caso.

Conjuntamente con los asistentes, muy participativos y dispuestos a explicar sus experiencias, fue haciendo una relación de los factores de riesgo asociados al ictus y cuáles pueden ser las formas de evitar el riesgo de sufrirlo. Con la frase “el tiempo es cerebro” puso en valor la importancia de atender al paciente que acaba de sufrir un ictus lo antes posible para conseguir la máxima recuperación posterior.

Añadió que, gracias a los avances en los últimos años, actualmente se pueden ofrecer soluciones a personas que antes tenían pocas opciones terapéuticas. Explicó qué es el código ictus, el protocolo de actuación urgente que se activa para dar una atención inmediata y adecuada a los pacientes con sospecha de ictus. También como desde el Hospital de Bellvitge se apoya de forma telemática a hospitales comarcales que no disponen de neurólogo 24 horas. Para ello, los hospitales comarcales disponen de cámaras que permiten seguir al paciente desde el HUB y herramientas para compartir las imágenes de TAC y otras pruebas, de modo que los neurólogos del HUB pueden dar una orientación de diagnóstico inicial y incluso de tratamiento, aconsejando su traslado a otro centro si fuera necesario. Se consigue así que todos tengan acceso a la mejor asistencia posible, optimizando los recursos disponibles.

Respecto a las diferencias en la incidencia del ictus entre hombres y mujeres, explicó que no es por cuestiones genéticas, sino por qué las mujeres viven más años y, al ser la edad un factor de riesgo, el número global de mujeres que sufren un ictus es mayor. Añadió que muchas de estas mujeres son viudas y viven solas, y por tanto el tiempo de llegada al hospital después del ictus también es más largo, lo que condiciona su pronóstico de recuperación.

La prevención de los TCA, protagonista en El Prat

Por su parte, la conferencia del día 17 de marzo en El Prat en el Centro Cívico Palmira Domènech de El Prat, Isabel Sánchez-Díaz, psicóloga adjunta en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria y en la Unidad de Trastornos Obsesivo-Compulsivos del Sevei de Psiquiatría del HUB, y Lucía Camacho-Barcia, investigadora de esta unidad y del IDIBELL, hablaron sobre la prevención de los trastornos alimentarios a unas sesenta personas.

Subrayaron que los trastornos alimentarios son más que un problema con la comida, son los grandes desconocidos cuando todo el mundo cree que los conoce y con mayor incidencia en los países occidentales, aunque existen en todas partes. No afectan específicamente más a las mujeres, pero a los hombres les cuesta más pedir ayuda frente a un problema que tiene factores de riesgo socioculturales, individuales y biológicos.

Ambas profesionales repasaron la evolución del concepto de belleza a través del tiempo y las culturas, incidiendo en cómo los estereotipos inalcanzables generan insatisfacción. Así, reivindicaron la capacidad crítica con estos estereotipos que se difunden por la publicidad y en Internet, ya que pueden desembocar en trastornos. Frente a esto es primordial la reacción como sociedad, destacaron.

Se refirieron a los factores individuales realmente importantes para desarrollar TCA, como la autoestima, las habilidades sociales, el perfeccionismo, la insatisfacción personal y la gestión de las emociones, que deben tener su expresión. En este sentido indicaron que es necesario mejorar la autoestima como elemento de protección.

La diferencia entre nutrirse y alimentarse es también muy importante. La alimentación se convierte en un problema cuando no nos preocupa nutrirnos sino perder peso, recalcaron. La reducción de calorías no es el secreto para perder peso, sino que si comemos pensando en una correcta nutrición lo podremos autorregular. Es necesario validar que realmente consumimos la cantidad necesaria de alimentación saludable, en horarios regulares y estar bien hidratados. No hay malos alimentos si no hay patologías, aseguraron.

Uno de los elementos de alerta para detectar posibles problemas es el cambio de personalidad. El problema no es la comida, es la forma de expresar el problema. Por último explicaron cómo el confinamiento ha comportado una explosión de casos en personas con factores de riesgo por el estrés que ha supuesto.