Descubre aquí todos los detalles sobre la septicemia
La septicemia, también conocida como sepsis, es una respuesta extrema del cuerpo a una infección. Ocurre cuando una infección existente desencadena una reacción en cadena que puede reducir la presión arterial a niveles peligrosos, dificultando que los nutrientes y el oxígeno lleguen a los órganos. Esta condición puede ser potencialmente mortal y requiere atención médica inmediata.
Para prevenir la septicemia, es importante:
- Mantener una buena higiene: Lavarse las manos regularmente y desinfectar superficies de alto contacto.
- Cuidar las heridas: Mantener limpias las heridas hasta que sanen completamente.
- Vacunarse: Seguir las recomendaciones de vacunación de su proveedor de atención médica.
- Manejar condiciones crónicas: Controlar enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades pulmonares.
Los síntomas de la septicemia pueden incluir:
- Respiración rápida y superficial
- Frecuencia cardíaca acelerada
- Confusión o desorientación
- Fiebre, escalofríos o sensación de mucho frío
- Dolor o malestar extremo
- Piel pegajosa o sudorosa
Si se sospecha de septicemia, es crucial buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico puede incluir la revisión de síntomas, historial médico, y pruebas de laboratorio o de imagen.
La recuperación de la septicèmia puede ser un proceso largo y puede incluir:
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Rehabilitación en el hospital: Iniciar actividades como sentarse, pararse y caminar.
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Rehabilitación ambulatoria: Continuar con fisioterapia y otras terapias después de salir del hospital.
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Apoyo emocional: Es común experimentar ansiedad, depresión o confusión después de la septicemia. Hablar con un profesional de salud mental puede ser útil.
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Servicio de Medicina Intensiva