Desmontamitos: falsos mitos sobre la septicemia

Desmontamos falsos mitos sobre la septicemia con la ayuda de los profesionales sanitarios del HUB

Aunque las personas mayores pueden tener un mayor riesgo, la septicemia puede afectar a personas de cualquier edad, incluidos niños y adultos jóvenes. 

La septicemia puede ser causada por infecciones bacterianas, virales, fúngicas o parasitarias.

Aunque es común en hospitales, la septicemia puede desarrollarse en cualquier lugar donde haya una infección no tratada o mal manejada.

Los síntomas de la septicemia pueden ser vagos y similares a otras enfermedades, lo que puede dificultar su diagnóstico temprano.

Cualquier persona con una infección puede desarrollar septicemia, aunque aquellos con sistemas inmunitarios debilitados tienen un mayor riesgo.

La septicemia es una condición grave y relativamente común que puede ser potencialmente mortal si no se trata rápidamente.

La septicemia puede desarrollarse rápidamente y los síntomas pueden no ser inmediatamente reconocibles, lo que hace crucial buscar atención médica si se sospecha de una infección grave.

Incluso infecciones menores, como una cortada infectada, pueden llevar a la septicemia si no se tratan adecuadamente.

La recuperación de la septicemia puede ser prolongada y algunas personas pueden experimentar efectos a largo plazo, como debilidad muscular, dolor y problemas cognitivos.

Aunque los antibióticos son cruciales para tratar infecciones bacterianas, no todas las infecciones pueden prevenirse y la resistencia a los antibióticos puede complicar el tratamiento.

 

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