Espondiloartrosis: cuando la columna vertebral se desgasta

La espondiloartrosis es una enfermedad degenerativa de la columna vertebral que afecta principalmente a las articulaciones y los discos intervertebrales. Con el paso de los años, estas estructuras pierden elasticidad y resistencia, lo que puede provocar dolor, rigidez y limitación del movimiento.

La espondiloartrosis forma parte del grupo de las artrosis, es decir, enfermedades que implican el desgaste del cartílago articular. En este caso, el desgaste se sitúa en la columna (tanto cervical, dorsal como lumbar), donde puede aparecer:

  • Dolor localizado (por ejemplo, en el cuello o en la zona baja de la espalda).
  • Rigidez, sobre todo por la mañana o después de estar mucho rato sentado.
  • Pérdida de movilidad o sensación de agujetas.
  • En casos avanzados, compresión nerviosa, con hormigueo o debilidad en brazos o piernas.

La espondiloartrosis es más frecuente con la edad, pero también influyen otros factores:

  • Posturas mantenidas o esfuerzos repetidos.
  • Exceso de peso.
  • Sedentarismo.
  • Antecedentes familiares de artrosis.
  • Traumatismos o lesiones previas de la columna.

Aunque no existe un tratamiento que cure la artrosis, sí se puede controlar el dolor y mejorar la calidad de vida.

Los pilares del tratamiento son:

  • Actividad física adaptada: andar, natación, estiramientos o ejercicios de fortalecimiento postural.
  • Fisioterapia: mejora la movilidad y reduce la rigidez.
  • Medicación analgésica o antiinflamatoria, según valoración médica.
  • En algunos casos, infiltraciones o tratamientos específicos si existe afectación nerviosa.

Si notas dolor persistente en la espalda, pérdida de fuerza u hormigueo, es importante consultar con el médico de cabecera o con el especialista en reumatología o traumatología. Un diagnóstico precoz puede ayudar a prevenir complicaciones y mejorar su pronóstico.

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