Un estudio liderado por profesionales del Hospital Universitario de Bellvitge publicado en la revista científica Eye demuestra que una reevaluación genética flexible y adaptada a cada paciente permite aumentar de forma significativa el número de diagnósticos de distrofias hereditarias de la retina (DHR).
Las DHR –entre ellas la retinosis pigmentaria– son una de las principales causas de ceguera en el mundo. Son enfermedades genéticas que afectan a los fotorreceptores y otras células retinales, provocando una degeneración progresiva que puede derivar en discapacidad visual grave o ceguera total. Aunque en algunos casos ya se pueden tratar con terapia génica, ésta sólo es posible si se conoce su causa genética, lo que convierte el diagnóstico molecular en un paso clave tanto para la asistencia clínica como para el acceso a tratamientos.
Sin embargo, la genética de estas enfermedades es muy compleja. Actualmente, se han identificado más de 300 genes implicados, con diferentes patrones de herencia y una gran variabilidad clínica entre pacientes. Esta heterogeneidad, sumada a las limitaciones de las técnicas de secuenciación disponibles y a la existencia de genes todavía no asociados a la enfermedad, hace que aproximadamente un 40% de los pacientes sigan sin obtener un diagnóstico genético tras las pruebas iniciales.
Para reducir este vacío diagnóstico, el estudio revisó a 597 pacientes con diagnóstico clínico de DHR y estudio genético realizado, seguidos en la Unidad de Distrofias Hereditarias de la Retina del HUB. De los 221 casos sin diagnóstico genético, se seleccionaron 101 para reevaluarlos con estrategias adaptadas a cada paciente.
Éstas incluyeron un nuevo análisis de los datos de exoma, secuenciación del genoma completo, paneles de genes personalizados y ensayos funcionales. La reevaluación individualizada, incorporando los más recientes conocimientos, permitió conseguir 49 nuevos diagnósticos y elevar la tasa global del 59,6% al 67,6%.
El estudio ha sido llevado a cabo por profesionales de la Unidad de Genética Clínica y el Laboratorio de Genética del Laboratorio Clínico Territorial Metropolitana Sur (LCTMS) y el Servicio de Oftalmología del HUB, con la colaboración del Hospital Sant Joan de Déu, el Hospital La Fe de Valencia y el Radboud University Medical Center de Nimega.
Según la Dra. Anna Esteve, asesora genética de la Unidad de Genética Clínica del HUB y autora principal del estudio, “estos resultados no sólo mejoran el diagnóstico molecular, sino que también nos permiten comprender mejor la enfermedad y tienen un impacto directo en la práctica clínica: contar con un diagnóstico genético es esencial para completar el diagnóstico clínico, afinar el pronóstico, tanto en ensayos clínicos como en terapias dirigidas”.
Los autores proponen que los procesos diagnósticos de estas enfermedades incorporen las estrategias testadas con éxito en este estudio, con el fin de optimizar la asistencia e impulsar la medicina de precisión en el ámbito de la genética oftalmológica.
En octubre de 2021, el HUB fue el primer centro en Cataluña en aplicar terapia génica en adultos con DHR. Desde entonces, siete pacientes han recibido este tratamiento pionero en el hospital, con una notable mejora de su capacidad visual, tanto diurna como nocturna.