Después de recibir un trasplante de corazón en Bellvitge, Jordi Garcia no solo se ha convertido en el primer trasplantado de corazón en cruzar los Pirineos en bicicleta, sino que también ha transformado su experiencia en una fuerza de cambio. Con la creación de la asociación "Mou-te per la vida" [Muévete por la vida], Jordi se dedica a inspirar a otros pacientes antes y después del trasplante, ofreciéndoles apoyo y orientación en su camino hacia la recuperación. Además de promover la actividad física y un estilo de vida saludable, la asociación trabaja para incentivar la donación de sangre, órganos y tejidos, y colaborar en la investigación de cardiopatías.
● Hace ocho años que te trasplantaron, ¿verdad? Cuéntanos cómo ha sido tu camino hasta aquí.
Hasta los 40 años llevaba una vida normal, pero un día empecé a sentir un dolor extraño en el abdomen cuando caminaba, como un cansancio intenso. Tras varias pruebas, me diagnosticaron hipertrofia ventricular del ventrículo izquierdo. Me dijeron que, tarde o temprano, necesitaría un trasplante, pero que faltaban muchos años. Sin embargo, solo pasaron cinco años y me derivaron a Bellvitge, donde me trasplantaron el 12 de mayo. Mi situación era muy crítica, estaba en silla de ruedas. Mis opciones de supervivencia eran muy reducidas. Pero, tras el trasplante, comencé a recuperarme. Esa mejora me motivó a volver a coger la bicicleta y a hacer actividad física, que ha sido clave en mi recuperación.
● ¿De esta experiencia nace la asociación "Mou-te per la vida"?
Sí, exactamente. Todo empezó hablando con unos amigos mientras hacíamos bicicleta. Pensamos en participar en alguna carrera solidaria, inicialmente la Titan Desert, que es muy icónica, pero luego reflexioné que el desierto es un entorno demasiado complicado para un trasplantado, especialmente por el calor. Así que decidimos buscar una alternativa, y mientras lo hacíamos, tuvimos la idea de crear una asociación.
De esta forma nació "Mou-te per la vida", una asociación que tiene como objetivo principal promover el deporte entre las personas trasplantadas, pero también entre la sociedad en general. Sabemos que el deporte es salud, pero también es una manera de crear comunidad y de encontrarnos fuera del ámbito sanitario. Organizamos actividades como excursiones, paddle surf y otros eventos, e invitamos tanto a trasplantados como al personal médico de los hospitales. Nos ha sorprendido muy positivamente la respuesta que hemos tenido hasta ahora.
● ¿Cualquier persona trasplantada puede unirse a la asociación?
Sí, todo el mundo es bienvenido en la asociación, sea trasplantado o no. Aunque nuestro objetivo es promover el deporte entre los trasplantados, queremos que cualquier persona que tenga ganas de participar y conocernos se una a nuestras actividades. Hemos organizado caminatas, catas de queso y vino, y otros eventos que están abiertos a todos. El deporte es salud, y creemos que es importante que todos, independientemente de su estado físico, se sientan motivados a participar.
● Y a aquellas personas trasplantadas que nunca han hecho deporte, ¿qué les dirías?
Es importante empezar poco a poco y adaptarse a las capacidades de uno mismo. Si nunca has hecho deporte, no hace falta comenzar con una actividad muy exigente. Una caminata corta puede ser un buen inicio. Nosotros siempre adaptamos las actividades para que todos puedan participar, aunque sea parcialmente. Lo fundamental es empezar, dar el primer paso y, a partir de ahí, ir progresando según tus posibilidades. El deporte no solo mejora la salud física, sino también el estado de ánimo y la calidad de vida en general.
● Has sido el primer trasplantado de corazón en cruzar los Pirineos en bicicleta, ¿es así?
Sí, es cierto. He participado en la Transpyr, una carrera que cruza los Pirineos desde el Mediterráneo hasta el Atlántico. Son 800 km y 18.000 metros de desnivel positivo acumulado. Fue una experiencia muy emotiva para mí, sobre todo por el simbolismo de llevar una botella con agua del Mediterráneo hasta el Atlántico y unir las aguas de los dos mares. Para mí, que tengo un corazón trasplantado, esta metáfora fue muy significativa.
También fue un reto físico importante. Aunque utilicé una bicicleta eléctrica, el reto no era solo la bicicleta, sino la superación personal, la preparación y la determinación para llegar a la meta. Me preparé durante muchos meses, y poder completar la carrera fue una gran satisfacción.
"El deporte no solo mejora la salud física, sino también el estado de ánimo y la calidad de vida en general".
● ¿Cómo te has preparado para una travesía tan exigente?
Desde el momento en que salí del hospital después del trasplante, tenía ganas de recuperarme físicamente. Uno de los doctores, el Dr. Carles Díez, me motivó mucho. Me dijo que debía empezar subiendo un escalón, y cuando pudiera subir escaleras, ya podría salir del hospital. Eso me dio la motivación necesaria para seguir adelante.
Cuando decidí participar en la Transpyr, comencé a entrenarme un año antes. Seguí un plan de entrenamiento que incluía sesiones de fuerza y salidas regulares en bicicleta. También conté con la ayuda de una preparadora física que me guio en todo el proceso. Sabía que, como trasplantado, la recuperación sería más lenta, así que entrené poco a poco, sin forzar demasiado el corazón, pero manteniendo una disciplina constante.
● ¿En qué se parece la travesía de los Pirineos al viaje del trasplante de corazón?
Hay muchas similitudes. Tanto en la travesía como en el trasplante, la paciencia es clave. Las subidas largas en los Pirineos son pesadas, pero sabes que cuando llegues arriba, tendrás una vista espectacular y una bajada para disfrutar. Con el trasplante es similar: no sabes cuándo llegará el momento de la cirugía, pero cuando finalmente llega, la recompensa es inmensa. Después de la recuperación, cada día es como disfrutar de la bajada de una montaña, apreciando cada paso, cada mejora, cada momento de vida.
● También tenéis un lema que es "Transplant & Life". ¿Qué significa para vosotros?
"Transplant & Life" fue un proyecto que iniciamos el año pasado con la asociación Atida de Andorra. El objetivo era promover la donación de órganos y demostrar que, a pesar de todo, la vida continúa y se puede disfrutar al máximo. Participamos en la Mussara 24 horas, una carrera en el circuito de Montmeló, donde participaron trasplantados de diferentes órganos y de varias partes de España y Andorra. Fue una experiencia muy enriquecedora, donde se creó un gran sentimiento de comunidad entre todos los participantes.
● Muchas personas tienen dudas sobre la donación de órganos. ¿Qué les dirías para convencerlos?
Lo más importante es entender que, cuando una persona fallece, los órganos que deja pueden salvar vidas. No hay nada más gratificante que saber que, gracias a un acto altruista, has dado una segunda oportunidad a otra persona. Hay que hablarlo con la familia y dejar claro que quieres ser donante. Esto facilita mucho las cosas en un momento difícil.
● Y ahora, Jordi, ¿qué retos tienes después de la Transpyr?
Ahora mismo, estoy en fase de recuperación tras haber sufrido unas arritmias. Mi reto inmediato es ponerme bien y poder volver a coger la bicicleta. Si todo va bien, me gustaría participar en los mundiales de trasplantados que se celebrarán el año que viene en Alemania. Además, como cada año, volveremos a las 24 horas de Montmeló con los otros trasplantados, un evento muy especial.
● ¿Hay algo más que quieras añadir?
Solo quiero recordar que la asociación "Mou-te per la vida" es pequeña, pero estamos creciendo y organizando muchas cosas. Queremos que la gente sepa que la donación de órganos salva vidas y que el ejercicio físico es esencial para la salud, tanto si eres trasplantado como si no. Nos gustaría que todos los que quieran unirse a nosotros lo hagan, porque juntos podemos hacer mucho para promover la vida activa y saludable después de un trasplante. Cada actividad que organizamos, cada evento, es una oportunidad para demostrar que hay vida después del trasplante y que se puede vivir con plenitud. Así que, sea cual sea tu nivel, te animamos a sumarte a nuestras actividades y a formar parte de esta comunidad tan especial.