La gripe es una enfermedad respiratoria vírica causada por el virus de la gripe (virus influenza). Afecta principalmente a la nariz, la garganta y los pulmones y provoca síntomas generales como fiebre, fatiga, malestar o dolores musculares y articulares.
No es lo mismo que un resfriado, causado también por virus. Algunas diferencias son que la gripe suele empezar de forma brusca y con frecuencia se acompaña de fiebre alta y los síntomas generales son más intensos.
La gripe, al igual que otros virus respiratorios, se transmite fácilmente de una persona a otra a través de gotitas respiratorias al toser o estornudar, y también al tocar superficies contaminadas y después llevarse las manos a la cara.
- Personas mayores
- Niños pequeños
- Embarazadas
- Enfermedades crónicas (cardíacas, pulmonares, metabólicas, inmunitarias, etc.)
- El frío no causa la gripe por sí solo
- No está causada por mojarse o por el “cambio de tiempo”
- Los antibióticos no la previenen ni la curan (es vírica)
- Fiebre alta y de inicio repentino
- No suele dar tos y cuando lo hace puede ser tos blanda o seca
- Dolores musculares y articulares
- Dolor de cabeza
- Cansancio y malestar intenso
- Puede dar congestión o dolor de garganta
- En niños, pueden aparecer vómitos o diarrea
Normalmente el diagnóstico se hace según los síntomas. No es necesario realizar pruebas para confrimarlo. Cuando es necesario confirmarlo, se puede realizar un test de antígeno o una PCR en Aspirado nasofaríngeo.
No hay un tratamiento que “cure” la gripe de forma inmediata. El tratamiento es de soporte a los síntomas:
- Descanso
- Beber líquidos
- Antitérmicos y analgésicos (como paracetamol)
- Evitar fumar
En algunos casos, tu médico podría indicar un tratamiento antiviral, para reducir la intensidad de la enfermedad. Este tratamiento puede ser útil sobre todo si la persona tiene factores de riesgo y cuando se toma en las primeras 48 horas de inicio de los síntomas.
Los antibióticos sólo se utilizan si existe una infección bacteriana asociada.
La vacuna de la gripe es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad y evitar complicaciones graves en personas vulnerables (neumonía, otitis aguda, descompensación de enfermedades de base...).
Se recomienda anualmente porque el virus puede cambiar y porque la protección disminuye con el tiempo.
Grupos que se recomienda vacunar cada año:
- Personas de 60 años o más
- Niños de 6 meses a 4 años
- Personas de 5 a 59 años con enfermedades crónicas o factores de riesgo
- Embarazadas
- Profesionales esenciales o cuidadores de personas vulnerables
La gripe obliga a menudo a detener la actividad habitual unos días. La mayoría de personas se recuperan en una o dos semanas, aunque la tos y el cansancio pueden durar más.
Hay que buscar atención médica si aparecen:
- Dificultad para respirar o dolor en el pecho
- Fiebre muy alta o persistente a pesar de tomar antipiréticos
- Confusión o desorientación
- Empeoramiento de los síntomas o falta de mejora pasados unos días