Un estudio liderado por los doctores Jordi Bruna y Marta Simó, médicos de la Unidad de Neuro-oncología del Hospital Universitario de Bellvitge - Instituto Catalán de Oncología e investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, ha supuesto un gran avance en el conocimiento de los efectos del tratamiento oncológico en los pacientes.
El oligodendroglioma es uno de los pocos tumores cerebrales en los que los tratamientos actuales consiguen prolongadas y significativas tasas de supervivencia. Se trata de un cáncer poco frecuente, que afecta a personas jóvenes y de mediana edad, que empieza en los oligodendrocitos, las células que cubren y protegen las neuronas del cerebro y la médula espinal. El tratamiento actual consiste en cirugía y radioterapia sobre el cerebro, junto con esquemas de quimioterapia. Sin embargo, se desconocen con exactitud sus posibles efectos tóxicos a medio y largo plazo, especialmente en la esfera de la cognición.
Los resultados de la investigación encabezada por los dres. Bruna i Simó, publicados recientemente en la revista Neuro-Oncology, muestran que los pacientes con tumores oligodendroglials de grado II y III (según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud) presentan, tras más de 5 años de la finalización del tratamiento, un deterioro cognitivo que se considera grave en hasta el 38% de los afectados. Esta toxicidad cognitiva tardía se asocia principalmente con atrofia cerebral y daño en la sustancia blanca cerebral.
Actualmente, el tratamiento estándar de los pacientes de tumor oligodendroglial incluye la quimioterapia (Procarbazina, Lomustina y vincristina) y la radioterapia craneal, una combinación que mejora significativamente la supervivencia general y la supervivencia libre de progresión de oligodendrogliomas de grado II y III. Específicamente, la tasa de supervivencia general a 10 años con el tratamiento estándar es de casi el 80% para los oligodendrogliomas de grado II y del 60% para los de grado III, una cifra nunca antes observada en los gliomas malignos. Por lo tanto, el impacto de los efectos a largo plazo del tratamiento oncológico en pacientes con tumor oligodendroglial se ha vuelto un aspecto cada vez más relevante, especialmente en lo que se refiere al funcionamiento cognitivo.
El objetivo del estudio del equipo de Bruna y Simó fue examinar los déficits cognitivos junto con los cambios estructurales del cerebro en una serie de supervivientes a largo plazo de tumores oligodendroglials de grado II y III, que fueron tratados con radioterapia y quimioterapia, utilizando técnicas avanzadas de análisis de neuroimagen. Los resultados obtenidos indican que los supervivientes a largo plazo de un tumor oligodendroglial sometidos a un tratamiento estándar de radioterapia y quimioterapia, después de más de cinco años de su finalización presentan deterioro cognitivo, especialmente en funciones de memoria y ejecutivas, asociado con un daño tardío de la sustancia gris (las neuronas) y la sustancia blanca (las conexiones de las neuronas).
Estos resultados ponen en evidencia, por primera vez, la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de tratamiento para los pacientes con tumores oligodendroglials los que se espera una larga supervivencia.