El estudio NADIM del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), en el cual participan profesionales del Hospital Universitario de Bellvitge y el Instituto Catalán de Oncología, ha publicado en la revista The Lancet Oncology los datos de supervivencia y enfermedad libre de progresión después de cinco años de seguimiento, con las cuales se refuerza la validez de esta estrategia.
El estudio tiene como primer firmante el Dr. Mariano Provencio, del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, y ha contado también con la coautoría, entre otros, del cirujano torácico del Hospital de Bellvitge Ivan Macía y de los oncólogos del ICO Ernest Nadal y Ramon Palmero.
Las perspectivas de supervivencia de los pacientes con cáncer de pulmón en estadios intermedios (que pueden ser operados, pero en que el tumor ya se ha diseminado a ganglios circundantes) han hecho un tumbo gracias a este estudio, pionero a nivel mundial.
Después de cinco años de seguimiento, el estudio NADIM constata la robustez de esta nueva estrategia, que pasa por administrar quimioterapia inmunoterápica antes de la cirugía en este grupo de pacientes y que duplica los resultados en cuanto al tratamiento tradicional (quimioterapia después de cirugía). Para Mariano Provencio, “se trata, sin duda, de la consolidación de una estrategia que ya estamos viendo como está cambiando la práctica clínica y las perspectivas de nuestros pacientes”.
El 69,3% de los pacientes incluidos en el estudio sobrevivió a los cinco años y un 65% no tuvo progresión de la enfermedad en este periodo. Los investigadores también destacan en este análisis el beneficio extraordinario a largo plazo de los pacientes los tumores de los cuales remitieron por completo después de solo 3 ciclos de quimioterapia inmunoterápica, de los cuales un 92% no han tenido progresión de la enfermedad y un 95,8% viven después de cinco años.
El análisis a cinco años del estudio NADIM también ha evaluado la seguridad de este esquema de tratamiento, el cual, según los investigadores, es seguro. Además, los investigadores creen que esta estrategia confiere protección al paciente, puesto que la presencia del tumor al inicio de la inmunoterapia permite la inducción de una respuesta antitumoral adaptativa más fuerte y el desarrollo temprano de la memoria inmune que puede proporcionar protección a largo plazo al paciente, comparándolo con la aplicación de la inmunoterapia de forma postoperatoria.
Como análisis complementario en el estudio, los investigadores del GECP también han analizado posibles nuevos marcadores predictivos de la supervivencia a largo plazo. En este sentido destacan que la eliminación del ADN circulante tumoral en sangre después del tratamiento neoadyuvante mostró ser un marcador de buen pronóstico.