Para obtener esta distinción, se han tenido que demostrar con distinta documentación y auditorías la estructura, el personal y la tecnología que se utilizan para atender a los pacientes de ictus.
También ha habido que poner de manifiesto la capacidad de trabajo multidisciplinar con otras especialidades (radiología, rehabilitación, cardiología, neurocirugía, cirugía vascular, medicina intensiva, urgencias, dietética y nutrición ...), así como la implicación de los distintos estamentos profesionales en una estructura organizativa.
Asimismo, ha habido que constatar que se cumplen los estándares y las métricas más exigentes en cobertura de guardias, ratio profesionales/pacientes, protocolos de enfermería para la detección de complicaciones, y apoyo a la investigación y la docencia.
El hecho de disponer de esta certificación, además de otorgar un reconocimiento nacional e internacional, permite a la unidad ejercer de referente territorial en la atención del ictus y en la formación y la docencia de los diferentes estamentos profesionales vinculados a esta especialidad, y establecer una red internacional en investigación y ensayos clínicos.
Esta certificación no es perpetua. Se renovará cada 5 años, lo que nos hará ser exigentes y constantes en los resultados, la organización y la actualización en nuevas herramientas diagnósticas, tecnología y tratamientos.