Este mes de febrero, del Hospital Universitario de Bellvitge ha tenido su primer donante en parada circulatoria controlada de pulmones, hígado y riñones con perfusión regional normotérmica con membrana de oxigenación (NRP-ECMO).
Los donantes en parada circulatoria controlada son aquellos pacientes a los que, por su patología de ingreso y su evolución posterior, se ha decidido, en sesión clínica y conjuntamente con la familia, la retirada del tratamiento de soporte vital. Con el objetivo de preservar sus órganos en las mejores condiciones posibles, una vez se certifica la muerte se inicia la NRP-ECMO. Esta técnica consiste en bombear la sangre del difunto hacia una membrana que la oxigena y la devuelve hacia los órganos a donar, manteniendo la temperatura fisiológica, a través de unas cánulas colocadas a los vasos femorales.
Es una técnica compleja de la que depende la viabilidad final de determinados órganos, como es el caso del hígado. La combinación de la donación hepática y pulmonar requiere una gran coordinación, ya que la extracción pulmonar debe hacerse mucho antes que la del hígado y esto causa un alto riesgo de sangrado y de mal funcionamiento de la bomba de oxigenación, con la consiguiente mala preservación del resto de órganos a donar.
El procedimiento fue un éxito y todos los órganos extraídos se implantaron a sus receptores.