El trabajo, realizado en 7 hospitales españoles, concluye que niveles bajos de la enzima caspasa 3 en el donante aumentan las posibilidades de disfunción o rechazo del órgano
Este descubrimiento puede ayudar a mejorar la selección de órganos y los resultados de los trasplantes
Un estudio coordinado por especialistas del Hospital Universitario de Bellvitge y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ha descubierto una característica biológica en los donantes de corazón que hace que el resultado del trasplante sea peor.
El estudio ha descubierto que, si el donante tiene niveles bajos de una enzima llamada caspasa 3, hay más posibilidades de disfunción del injerto. La caspasa 3 es una enzima encargada de ejecutar la muerte programada de las células. Según resalta este estudio, los niveles altos de caspasa-3 causan un daño subletal que favorece la resistencia del corazón a todo el daño provocado por la donación y el trasplante.
Los investigadores confían que este descubrimiento –sobre el cual hay que continuar haciendo estudios– ayudará a mejorar la selección de órganos y los resultados de los trasplantes.
El trasplante de corazón es el tratamiento de referencia para las personas con insuficiencia cardíaca avanzada. Aunque la supervivencia tras un año es próxima al 90%, la disfunción del injerto es la causa principal de problemas en esta fase inicial, y llega a ser mortal entre el 19 y el 28% de casos. La generalización del uso del apoyo circulatorio externo ha ayudado a afrontar mejor estas situaciones, pero continúa siendo uno de los principales retos en la mejora de los resultados de los trasplantes.
Pacientes trasplantados de 7 hospitales
El trabajo, titulado Caspase-3 in Brain Death Donors Is Associated with Reduced Primary Graft Dysfunction After Heart Transplantation, se ha publicado en International Journal of Molecular Sciences. El trabajo ha sido liderado por el Dr. Gabriel Moreno González, director del Programa de Trasplantes del HUB, la Dra. Lorena Herrador (primera firmante), y el Dr. José González Costello, como parte del equipo de insuficiencia cardíaca avanzada del hospital. También han participado el Dr. Jordi Niubó y la Dra. Laura Calatayud, del Servicio de Microbiología Clínica. Se trata de uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha sobre la relación entre los biomarcadores séricos de muerte celular y los resultados clínicos del trasplante de corazón.
La investigación involucró de forma retrospectiva a un total de 78 pacientes: 39 donantes de corazón en muerte cerebral y las 39 personas que recibieron estos órganos. Los donantes fueron todos ellos personas ingresadas en las unidades de críticos del Hospital Universitario de Bellvitge entre agosto de 2013 y julio de 2018. De las muestras de sangre de estas personas, se analizaron principalmente las citoquinas inflamatorias, las proteínas relacionadas con la muerte celular, el ADN mitocondrial y el ADN genómico.
En cuanto a los receptores, de quienes se analizaron principalmente los datos de evolución clínica, fueron personas intervenidas en el Hospital Universitari de Bellvitge, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Hospital Clínic, el Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza), el Hospital Universitari i Politècnic La Fe (Valencia), el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), y el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia).
Según el Dr. Gabriel Moreno González, “estos resultados revelan la influencia crítica que tiene el donante en los resultados del trasplante y el potencial poco explorado de los biomarcadores séricos del donante en el trasplante. Estamos seguros de que el camino que hemos abierto será cada vez más importante para evaluar el pronóstico y para adoptar decisiones clínicas”.