Unas 700 personas llevan ya implantado un dispositivo que sustituye el pinchazo en el dedo por una aplicación móvil en el control de la enfermedad
El Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) ha completado la colocación de sensores de monitorización continua de glucosa intersticial en los pacientes de diabetes tipo 1 que tiene diagnosticados. El dispositivo, de las dimensiones aproximadas de una moneda de 2 euros, se coloca de forma muy sencilla en el brazo y permite que el paciente conozca sus niveles de glucosa tantas veces como desee al día, gracias a una app que sólo debe acercar al sensor.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica autoinmune en la que el páncreas no genera insulina, la hormona que controla la glucemia. Esto hace que estas personas tengan que administrarse insulina, una o más veces al día. En 2018 el CatSalut incluyó en la cartera de servicios públicos los dispositivos de monitorización continua de glucosa en tejido, y no en sangre, que permiten un mejor control de la enfermedad por parte del paciente. El elemento clave de los sensores es un pequeño filamento sensible de 5 mm que se inserta en el líquido intersticial del brazo.
"Es un cambio sustancial en la calidad de vida del paciente, en el que juega un papel muy relevante la educación terapéutica que llevan a cabo enfermeras especializadas", tal y como destaca el Dr. Manuel Pérez-Maraver, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Bellvitge. Con el apoyo de las enfermeras educadoras, los pacientes aprenden a colocarse un nuevo dispositivo de monitorización cada 15 días y a interpretar las alarmas de la aplicación frente a posibles episodios de hipo o hiperglucemia, de forma que mejoran su control metabólico y se reduce el impacto de estos posibles desequilibrios. Todos los datos recogidos con la app son almacenados en una web, a la que sólo pueden acceder paciente y los profesionales sanitarios.