-¿Has tenido la enfermedad?
No, que yo sepa no, ha habido momentos que me he encontrado mal pero era debido al cansancio y al estrés.
-¿Cómo ha cambiado tu trabajo con esta crisis?
Cuando acabé los estudios de auxiliar de enfermería, me encontré con la pandemia, de golpe me pusieron a trabajar en las trincheras, en las UCIS. He aprendido mucho, las enfermeras y los fisioterapeutas nos han enseñado mucho a todos los auxiliares.
-¿Ha cambiado la relación con los compañeros?
Con algunos compañeros había coincidido en otros lugares y tenía una relación muy diferente de la que he tengo ahora, antes éramos compañeros de trabajo y ahora somos como familia, hemos vivido situaciones muy duras y horarios muy largos y esto ha hecho que nos hayamos unido muchísimo. En los momentos malos, como que no teníamos a la familia y amigos a nuestro lado, nos hemos apoyado entre compañeros. Hemos hecho mucha piña.
-¿Has tenido miedo de contagiarte o de llevar la dolencia a casa?
Por mí no, vivo con mi pareja y él también trabaja aquí, en el hospital, si uno de los dos se contagiaba, nos contagiábamos los dos. Sufría por mis padres, como no los puedo ver, no sé si se pueden contagiar cuando salgan a la calle.
-¿Qué es el peor que has vivido estos días?
Los èxitus... teníamos un señor, que no lo olvidaré nunca, estaba intubado, lo extubamos; estaba mucho mejor, hicimos una videollamada con su familia, cantaba, bailaba con nosotros... al día siguiente lo volví a ver intubado y al siguiente murió... lo pasé muy mal, porque los pacientes no tienen la familia a su lado y nosotros nos convertimos en familia, creamos vínculos muy fuertes con los pacientes, lo pasé muy mal...
-Cita una cosa positiva de esta crisis...
Mucha humanidad, mucho de compañerismo entre todos, médicos, fisioterapeutas, enfermeras... nos hemos unido mucho. Ver el afecto de la gente externa hacia el hospital es muy emotivo. Siempre intento quedarme con la parte buena de las cosas.