La Cara B de David Rabadán, TCAE del Servicio de Cirugía General y Digestiva y entrenador de porteras en el R.C.D. Espanyol

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“Quien critica el nivel de las porteras en el fútbol femenino es porque no ha visto demasiados partidos”

David Rabadán es Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) del Servicio de Cirugía General y Digestiva del HUB desde 2017 y, precisamente por aquel entonces, una engorrosa lesión de espalda le obligó a retirarse del fútbol. Tenía menos de 20 años y había debutado en Primera Catalana con la UE Sant Ildefons, pero la posición de portero era incompatible con dos protusiones discales. Lejos de rehuir su pasión por el deporte rey, inició una carrera como entrenador de porteros que le ha llevado a la sección femenina del R.C.D. Espanyol.

David Rabadán

- ¿Qué te lleva a impulsar una carrera como entrenador de porteros?

- He sido portero toda la vida y la considero la posición del campo que exige más responsabilidad. Me motivaba mucho la posibilidad de seguir vinculado al fútbol desde los banquillos, por lo que fue una decisión fácil.

- ¿Te planteas entonces que el fútbol femenino puede ser una opción?

- La verdad que no me lo planteé como tal, pero ya desde el inicio en mis trabajos en el fútbol base de diferentes equipos (Santboià, Atlètic Sant Just, Júpiter o Molins de Rei) compaginaba categorías masculinas y femeninas.

- Y este mes de julio te ficha el Espanyol, ¿cómo te llega su interés?

- Me llamó el coordinador de porteras del fútbol femenino comentándome que necesitaban a alguien para el Femenino B. Era una propuesta irrechazable, por lo que busqué la manera de compaginarlo con el Hospital y acepté rápidamente.

- Tu primer contacto con el fútbol femenino profesional se da en un verano en que España se convierte en campeona del mundo por primera vez. No obstante, el triunfo queda eclipsado por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso. ¿Cómo se vivió aquello en el vestuario y en la institución?

- Pues evidentemente había comentarios, pero creo que no demasiado diferentes a los existentes en el resto de la sociedad. Afortunadamente el gesto tuvo consecuencias y Rubiales ya no es el máximo representante del fútbol español.

David Rabadán

- A parte del ámbito extradeportivo, ¿cómo va la experiencia en el Espanyol?

- Cuando entras en un club de élite ya ves que la diferencia respecto a las experiencias anteriores es abismal. La estructura del Espanyol, con fisioterapeutas y servicios médicos de altísimo nivel, permite disponer de todo tipo de posibilidades a tu alcance. Además, la liga es profesional y, por consecuencia, muy exigente a todos los niveles. Quizá la particularidad del Espanyol es que también es un club familiar, que trata bien tanto a las jugadoras como al personal.

- ¿Por parte del club, recibís formación específica en fútbol femenino o en algún otro ámbito?

- Formación cómo tal no. Es el propio cuerpo técnico del Femenino B quiénes marcamos las formas de hacer: qué palabras utilizar, cómo aproximarnos a las jugadoras, etc.

- Tus futbolistas juegan en el femenino de un club de élite catalán y entrenan cuatro días a la semana. ¿Cuántas podrán vivir del fútbol?

- De todas ellas se dedicará un 10%, para el resto será un complemento laboral. Lesiones y circunstancias personales también frenarán alguna progresión.

- Teniendo en cuenta que ese porcentaje en el fútbol masculino es muy superior ¿Les genera cierta frustración la diferencia?

- Son un equipo bastante joven, algo habitual en los filiales porque deben tener la proyección de llegar al primer equipo. Entonces creo que no son plenamente conscientes de que ya están en una liga profesional y, por tanto, pueden llegar a vivir de ello.

David Rabadán

- Una de las críticas recurrentes al fútbol femenino es precisamente la posición de portera. ¿Cómo valoras estas opiniones?

- No las comparto en ningún caso. Invito a quién piense así a ver más partidos de fútbol femenino y a opinar menos. Quizá en categorías inferiores la diferencia es mayor, pero eso se debe sobre todo a la falta de entrenamiento adecuado. Cada vez se incorporan más jugadoras, también a la posición de portera, y más profesionales técnicos al fútbol femenino, por lo que el nivel no hace más que subir.

- ¿Qué cualidades debe tener un entrenador de porteras?

- La más importante es la paciencia. También compaginar la seriedad con el compañerismo, la empatía y la confianza personal con las porteras.

- ¿Qué diferencias hay entre la gestión de un equipo femenino y uno masculino?

- Creo que los futbolistas son más envidiosos, a veces les cuesta gestionar las emociones e incluso puede llegar a haber trifulcas en un mismo equipo. En cambio, en el femenino me he encontrado que el ambiente es más familiar, se llevan mejor, hay más compañerismo.

- ¿Y a la hora de afrontar un partido?

- El ambiente de un partido de fútbol femenino, por lo general, es más respetuoso, limpio, con menos insultos y difícilmente se ven protestas arbitrales.

- Por último, ¿en qué se parecen un hospital y un banquillo?

- Mi trabajo en el HUB exige mucho contacto directo con el paciente, por lo que empatía, profesionalidad y paciencia son atributos clave que intento aplicar tanto en el Hospital como en el Espanyol.

David Rabadán