La apuesta del Hospital Universitario de Bellvitge por la cirugía robótica se ha consolidado este mes de mayo con la incorporación de un segundo robot Da Vinci. El Hospital fue pionero con la adquisición de un primer robot hace diez años y desde entonces se ha convertido en centro de referencia en este tipo de abordajes quirúrgicos, que ofrecen más seguridad y más beneficio global para el paciente.
Con la entrada en funcionamiento del segundo Da Vinci, Bellvitge prevé duplicar el número de intervenciones robóticas en dos años: de 275 en 2018 a 575 en 2020. El nuevo robot será utilizado para las especialidades de ginecología, urología, otorrinolaringología, cirugía torácica y cirugía general y digestiva. El abordaje robótico está especialmente indicado para patologías como el cáncer de próstata en pacientes jóvenes, el cáncer de pulmón, el cáncer oral o las cirugías del suelo pélvico.
El Hospital de Bellvitge también ha hecho trasplantes renales (de donante vivo y de donante cadáver) con robot. En diciembre de 2018 llevó a cabo por primera vez en España un trasplante de riñón de un donante cadáver con cirugía robótica. En el ámbito de los trasplantes, la robótica se escoge en aquellos casos en que la operación puede presentar especiales dificultades, como cuando el receptor es obeso.
El programa de cirugía robótica se inició en el Hospital de Bellvitge en octubre de 2009 con una prostatectomía radical (extirpación de la próstata), la intervención en la que hay más evidencia científica de beneficios de un abordaje robótico: los niveles de preservación de la continencia urinaria y de la función eréctil son superiores al 80%. Desde entonces el servicio de Urología ha llevado a cabo ya más de 500 intervenciones con el sistema robotizado Da Vinci. La experiencia acumulada durante estos años ha hecho que Bellvitge haya podido apoyar a otros hospitales del ICS que han puesto en marcha la cirugía robótica más recientemente (Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, Hospital Universitario Joan XXIII y Hospital Universitario Doctor Josep Trueta), así como otros centros de España y Portugal.
El robot quirúrgico Da Vinci es un sistema con brazos articulados controlados por el cirujano desde una consola con visión tridimensional, con el que se puede practicar una cirugía mínimamente invasiva. El sistema permite una precisión milimétrica al poder ampliar los movimientos del cirujano, evitando por completo el temblor de la mano, una prestación muy útil en aquellas intervenciones en las que la precisión marca la diferencia. “Se puede trabajar con mucha más fiabilidad gracias a la visión tridimensional y a la libertad de movimientos de las pinzas del robot, que asimilan de forma directa e intuitiva los movimientos de la mano que hace el cirujano a la videoconsola”, explican los profesionales.
Beneficios para los pacientes
La cirugía robótica permite numerosos beneficios para los pacientes, como una estancia hospitalaria más corta, menos molestias y dolor postoperatorio, cicatrices más pequeñas, menor riesgo de infección, menos pérdida de sangre y una recuperación más rápida. Se calcula que la estancia hospitalaria del paciente se reduce hasta 2,5 días, muy inferior a la semana que se requiere en una cirugía abierta. En consecuencia, se reducen las complicaciones y la recuperación de los pacientes es más rápida: pueden retornar a su vida social y laboral en menos de 7 días.