-¿Has tenido la enfermedad?
Yo no la he tenido, pero he tenido muchos compañeros que la han pasado, que han sido ingresados... pero yo personalmente no he tenido la enfermedad.
-¿Cómo ha cambiado tu trabajo con esta crisis?
Ha sido como un terremoto que llegó entre el 13 y 14 de marzo. Trabajo en la gestión de equipos de enfermería y la llegada de la Covid-19, hizo que todo se parara, que todos los proyectos que teníamos previstos para este año 2020 se pararan de un día para otro para empezar a gestionar una crisis sanitaria. Empezaba a las 7 de la mañana, me ponía en contacto con los supervisores de la noche para que me explicaran qué había pasado durante la noche. Una vez hecho esto, empezaba a con la reorganización del día que consistía en la gestión de las plantas Covid-19. Teníamos que reorganizar las plantas para poder meter a los pacientes con la Covid-19, esto lo teníamos que hacer muy rápido, tenemos 24 horas para incorporar a las nuevas enfermeras que necesitábamos como refuerzo. Cuando tenía el listado de las plantas que se habían reconvertido en plantas Covid aquel día, teníamos que distribuir a los equipos y empezar a preguntar por áreas cuántas enfermeras les hacía falta. Por ejemplo: área de asistencial, ¿cuántas faltan? área de críticos, ¿cuántas faltan? Si sumaban 60 quería decir que teníamos 24 horas para encontrar 60 enfermeras... Ampliamos el equipo para poder llegar a todo, ahora somos 4 personas y aquí no marchaba nadie hasta tener programados los tres turnos del día siguiente (mañana, tarde y noche) con todas las enfermeras que el hospital necesitaba y; que fueran las adecuadas, con los conocimientos suficientes para llevar el enfermo con la Còvid-19. He tenido vértigo de saber que tenía que encontrar tantas enfermeras en tanto poco tiempo.
-¿Ha cambiado la relación con los compañeros?
Si, evidentemente, las nuevas medidas de seguridad han supuesto un cambio en las relaciones del día a día, el distanciamiento, el no podernos encontrar, no poder hacer reuniones... Personalmente, esta crisis me ha hecho reinventar. Pensar estrategias para encontrar enfermeras ha hecho que tenga una relación más estrecha con las gestoras de enfermería de la Atención Primaria de la Metropolitana Sur. Las enfermeras de primaria me daban, pericia y confianza porque saben como funcionaba la organización. La Metropolitana Sur ha estado realmente una sola Unidad, nos hemos ayudado mucho.
-¿Has tenido miedo de contagiarte o de llevar la enfermedad a casa?
Miedo no he tenido, porque en mi trabajo no tengo contacto con el paciente. Como experiencia personal; el fin de semana del 7 y 8 de marzo estaba en Madrid y cuando volví después de ver lo que estaba pasando (en Madrid empezaron antes) pensé que me tenía que aislar de mi familia y solo volver tomé medidas. En aquel momento fui consciente que me tenía que separar de mis padres, mi madre tiene 81 y mi padre 88 , acababan de celebrar el 60 cumpleaños de casados. Llamé a mi madre por teléfono y le dije: -mama, no te podré visitar- y hasta fecha de hoy todavía no lo he podido abrazar, es lo más delicado que he vivido.
-¿Qué es el peor que has vivido estos días?
Las tres primeras semanas han sido muy difíciles. Recuerdo muy especialmente cuando empezamos a tener enfermos; hacíamos listados con el número de pacientes diagnosticados de la Covid-19 y en qué planta estaban ingresados. Cuando abría el WhatsApp y veía el listado era horroroso, esto lo viví muy mal, hasta que llegó un momento en que el listado se dejó de hacer por la cantidad de enfermos que teníamos... Fue el momento de tomar conciencia del que realmente era la pandemia. Este momento del día, cuando me enteraba de cuántos enfermos teníamos y cuántos profesionales se habían contagiado, era el momento más difícil. A mí, esto, me hacían sufrir cada día. Evidentemente dentro de la gestión ha habido momentos de risa, de llorar, de llorar más, de muchas emociones...
-Cita una cosa positiva de esta crisis
Ha habido momentos positivos, ver como la gente ha colaborado desinteresadamente... No hacía falta que pidieras nada, los profesionales eran conscientes de la necesidad que había de cubrir las plantillas y ellos mismos se ofrecían. Ver que la enfermería se ha volcado y lo ha dado todo, esto ha sido muy positivo. La crisis nos ha llevado valores que quizás estaban cerrados en un cajón y hemos visto que los tenemos. Para mí también ha sido muy positivo ver que el paciente ha estado totalmente el centro de la organización, todo iba el alrededor del paciente y esto como enfermera lo he vivido muy bien.