Este sábado 25 de mayo, la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) y el Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha participado en el Festival Solidario "Rema contra el Cáncer", una jornada deportiva y solidaria para concienciar sobre la importancia de la actividad física en la prevención y tratamiento del cáncer. La actividad, organizada por pacientes de cáncer de mama, ha tenido lugar en el Canal Olímpico de Castelldefels.
El festival solidario "Rema contra el Cáncer" tiene como principal atracción el Dragon Boat. Este es un deporte milenario chino que está estrechamente ligado al proceso de tratamiento de cáncer de mama y su recuperación posterior.
En concreto, el remo en modalidad Dragon Boat es una modalidad de remo asimétrico, en la que el brazo intervenido en pacientes de cáncer de mama va en elevación sujetando la pala posicionándola, y el brazo sano externo realizando la fuerza de tracción de la pala. El tronco trabaja rotando y la pierna interior ejerce fuerza de empuje en la dirección de avance del barco. En conjunto, son muchos grupos musculares los que trabajan de forma rítmica, combinando ejercicio aeróbico y resistido.
"Realizar actividad física antes y después del cáncer de mama se asocia a una mejor supervivencia", ha explicado la Dra. Sira Salinas, especialista del Servicio de Rehabilitación del HUB.
“Tanto el ejercicio aeróbico como el resistido mejoran la fuerza muscular y la capacidad aeróbica, la fatiga, la ansiedad y la depresión, la calidad de vida, y el ejercicio resistido previene la aparición de linfedema en pacientes supervivientes de cáncer de mamá (BCS)”, ha puntualizado.
La realización de ejercicio aeróbico y de resistencia individualizado es segura durante el proceso de tratamiento del cáncer y debe promoverse para mantenerse durante el resto de la vida. El nivel de actividad después del diagnóstico de cáncer de mama cae durante los tratamientos oncológicos. En un tercio de los pacientes no se normaliza a pesar de las intervenciones de programas de ejercicio supervisado.
Según la médica rehabilitadora del HUB, “el ejercicio físico no inicia ni exacerba el linfedema” y argumenta que “la contracción muscular puede actuar como mecanismo de bombeo extrínseco del sistema linfático”. “Hoy en día se sabe que el entrenamiento con resistencia progresiva es seguro para la mayoría de las mujeres con riesgo de desarrollar linfedema o con linfedema ya diagnosticado”, ha asegurado