La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital de Bellvitge, recibe la certificación de excelencia

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Esta unidad, creada en el año 2006, atiende cada año a unos 1.800 pacientes de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa.

Se calcula que, en la actualidad, la prevalencia en Cataluña de Enfermedad Inflamatoria Intestinal es de 500 pacientes por cada 100.000 habitantes

La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitari de Bellvitge de Barcelona ha obtenido la certificación de calidad que concede el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU). Se trata de un reconocimiento a la excelencia de la Unidad de Atención Integral a pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, una distinción que sitúa al centro sanitario como hospital de referencia y reconoce la calidad asistencial e investigadora desarrollada por la Unidad.

El Programa de Certificación de las Unidades de Atención Integral a pacientes con Enfermedad Inflamatoria es un proyecto desarrollado e impulsado por GETECCU, auditado por Bureau Veritas y que cuenta con el apoyo de la biofarmacéutica AbbVie. El objetivo es reconocer con una calificación de excelencia a aquellas unidades de EII del país que aseguren la mejor prestación asistencial a pacientes con esta enfermedad. Está considerado el mayor reconocimiento para estas unidades a su labor en la atención de la EII en España, situándolas como referente a nivel regional e internacional.

La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitari de Bellvitge, que lleva en funcionamiento desde 2006, “tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes con EII y hacer accesibles los tratamientos más eficaces a estos pacientes. Además, existe una clara vocación docente de formar médicos jóvenes en este tipo de enfermedades”, explica el doctor Jordi Guardiola, jefe del Servicio de Aparato Digestivo y de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital de Bellvitge.

Investigación en EII

El Hospital Universitari de Bellvitge apuesta por la investigación para avanzar en el conocimiento de esta enfermedad. “La investigación es clave, tanto para los profesionales de la unidad como para los pacientes, que también colaboran de forma altruista con el fin de poder acceder a nuevos tratamientos y conocer mejor su enfermedad, tratarla y monitorizarla mejor”, añade este especialista. Cada año, este hospital presta atención a unos 1.800 pacientes con Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa. “Sin embargo, esta cifra se está incrementando a un ritmo de unos 100 pacientes por año”, asegura. En la actualidad, la prevalencia en Cataluña de Enfermedad Inflamatoria Intestinal es de 500 pacientes por cada 100.000 habitantes.

La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitari de Bellvitge está formada por un equipo de gastroenterólogos y enfermeras especializadas en el área. “Además, intervienen muchas otras especialidades, como radiólogos, cirujanos, reumatólogos, dermatólogos, patólogos y oftalmólogos”, comenta el doctor Jordi Guardiola. “Es importante dar asistencia a las personas con EII de forma integral y multidisciplinar, y esta debe ser abierta a las necesidades de los pacientes. Nosotros tenemos varias vías de acceso como el teléfono o email, así como la capacidad de visitarlos en el hospital de día, fuera de las consultas externas”, puntualiza.

Mejora del pronóstico de la EII

Las claves tanto para mejorar el pronóstico de la EII como para controlar sus síntomas son el diagnóstico precoz y el tratamiento personalizado de cada uno de los pacientes. “En numerosas ocasiones, estos pacientes soportan los síntomas digestivos durante meses o años antes de ser diagnosticados. Esto es así dado que esta enfermedad suele iniciarse en edades jóvenes y, por tanto, muchas veces no acceden a pruebas diagnósticas o morfológicas del intestino”, señala el doctor Guardiola.

Por otro lado, “los síntomas de la EII no reflejan bien la existencia de lesiones activas en el tubo digestivo. Por eso, necesitamos herramientas que nos permitan monitorizar la presencia o ausencia de estas lesiones sin tener que someter a los pacientes repetidamente a exploraciones endoscópicas. De hecho, hay una gran proporción de pacientes que, a pesar de estar asintomáticos, tienen este tipo de lesiones”, explica el doctor. Así, una “monitorización estrecha de la actividad de la enfermedad a través de biomarcadores es clave para un control estrecho de la enfermedad y controlar mejor su evolución”, concluye el facultativo.

Certificado de las Unidades de EII

La Certificación de las Unidades de Atención Integral a pacientes con EII reconoce la labor desarrollada por los profesionales del Hospital Universitari de Bellvitge, favoreciendo la continuidad de una asistencia de calidad y la apuesta por la investigación e innovación en el área. “Hemos desarrollado biomarcadores de actividad de la enfermedad, nos hemos dedicado a conocer la razón de los síntomas de los pacientes y a cómo se deben dosificar los fármacos biológicos en EII y adaptar las dosificaciones a las características de los pacientes, a través de estudios farmacocinéticos que estamos llevando a cabo con el servicio de Farmacia”, tal y como afirma el doctor Guardiola. “También hemos elaborado estudios de predisposición genética para responder a los diversos fármacos”, afirma.

Para obtener el reconocimiento, la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitari de Bellvitge ha superado una auditoría externa e independiente realizada por Bureau Veritas, entidad que ha evaluado los 53 indicadores establecidos por GETECCU y que contempla todos los aspectos en los que trabaja la unidad, como enfermería, cirugía, protocolos de asistencia, investigación, producción científica o formación.

Sobre la EII

La enfermedad inflamatoria intestinal se define como un grupo de trastornos inflamatorios que engloba dos enfermedades: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Se trata de una patología de causa desconocida pero mediada inmunológicamente, cuyos síntomas son muy variados y suelen incluir la diarrea o el dolor abdominal, llegando en ocasiones a requerir cirugía o ser incapacitantes para los pacientes. Durante el desarrollo de la enfermedad, se pueden presentar complicaciones, tanto intestinales (oclusión intestinal, deficiencias nutricionales, etc.), como extraintestinales (dermatológicas, reumatológicas, oculares y hepatobiliares, entre otras). La aparición de los síntomas de la enfermedad es impredecible, con periodos de remisión y recaídas y, en muchos casos, llegan a requerir hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas. La cronicidad de la enfermedad, los controles periódicos, un tratamiento farmacológico continuado y la posible necesidad de intervenciones quirúrgicas tienen una gran repercusión en la vida familiar, laboral y social del paciente, y condicionan considerablemente su percepción de salud y su calidad de vida.

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