La lucha contra el VIH avanza con la aparición de tratamientos inyectables y el reto de personalizar las terapias

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Con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial de Lucha contra el Sida, la Unidad de VIH e infecciones de Transmisión Sexual del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Bellvitge –una de las pioneras y más prestigiosas de Cataluña– recuerda que muchos de los esfuerzos asistenciales actuales van dirigidos a optimizar y personalizar los tratamientos y a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

“Actualmente, en la inmensa mayoría de pacientes, la infección por VIH se mantiene estable –afirma el Dr. Arkaitz Imaz, especialista de la Unidad de VIH-ITS–, pero estas personas continúan sufriendo muchas  comorbididades crónicas asociadas que impactan de forma importante en su salud y calidad de vida”. Por este motivo, añade, es importante continuar avanzando en los tratamientos y desplegar nuevas estrategias como por ejemplo la individualización de la atención en función de las necesidades de cada paciente.

Una novedad importante en las terapias es la aparición del primer tratamiento inyectable contra el VIH, disponible a partir de hoy mismo en España. La Unidad de VIH y ITS de Bellvitge ha participado en los ensayos clínicos que han permitido desarrollar este tratamiento, que administra una combinación de los antirretrovirales cabotegravir y rilpivirina. A pesar de que solo se podrá indicar a un número limitado de pacientes, el Dr. Imaz destaca que será una mejora significativa, puesto que solo tendrán que acudir una vez cada dos meses al centro a recibir el tratamiento y podrán dejar de preocuparse de las pastillas. Esto los permitirá “disfrutar de más flexibilidad, intimidad y facilidad de adherencia, y los ahorrará algunos problemas de estigmatización”. En cuanto a esta última cuestión, Imaz lamenta que, “cuarenta años después de la aparición de la enfermedad, las personas con VIH continúan sufriendo estigma; este es un problema grave que hay que abordar y resolver de una vez”.

Otros aspectos en que se necesita avanzar son el hecho que todavía hay alrededor de un 15% de pacientes que no saben que sufren la infección, y que entre el 30 y el 40% de pacientes llegan a la primera visita lo hacen en un estadio avanzado de la enfermedad. “El reto es diagnosticar más y diagnosticar antes”, concluye Imaz.

La Unidad de VIH y ITS de Bellvitge tiene, así mismo, un papel destacable en el ámbito de la investigación. Además de participar en un alto número de ensayos clínicos de medicamentos antiretrovirales, desarrolla líneas de investigación propia, como por ejemplo la farmacocinética del tratamiento antiretroviral en diferentes compartimentos anatómicos, las comorbididades del VIH con enfermedades como por ejemplo la patología cardiovascular o el deterioro conginitivo, o la investigación en infecciones de transmisión sexual y cáncer anal asociado al virus del papilloma humano. Con la apoyo del Maratón de TV3, trabaja también en la caracterización del perfil de paciente que no mantiene la adherencia al tratamiento y el desarrollo de estrategias de recuperación de los pacientes que han dejado la terapia.

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