El proyecto entiende la salud mental como la promoción del bienestar emocional y del empoderamiento del paciente a partir de una aproximación biopsicosocial integral y comunitaria centrada en las necesidades de la persona.
Sus objetivos son garantizar la accesibilidad de todos los ciudadanos a un diagnóstico y tratamiento de excelencia en patología mental, ofrecer una atención sostenida y transversal –con programas basados en la evidencia que tengan continuidad entre dispositivos–, promover la toma de decisiones compartidas a partir del trabajo y la colaboración en equipo, e impulsar la investigación, la innovación y la docencia.
El programa está coordinado por la Dra. Susana Jiménez-Murcia, y cuenta con el apoyo de un Comité de Gobernanza en el que están incluidos representantes de los distintos dispositivos. Desde esta estructura, se coordinará la actividad en salud mental de los centros de atención primaria, la Unidad de Salud Mental Hospitalet de Llobregat–Collblanc, el servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge (atención ambulatoria, hospitales de día, camas de agudos, atención a urgencias), atención domiciliaria y otros dispositivos asistenciales. Asimismo, establecerá líneas de coordinación con otros proveedores de salud mental del territorio.
El programa ya se ha puesto en marcha con la celebración de distintas reuniones de coordinación y el planteamiento de los primeros planes de trabajo. El Modelo de Integración Territorial de la Salud Mental implica, entre otros, a los profesionales de psiquiatría, psicología clínica, enfermería especializada en salud mental y trabajo social, con referencia establecida con los profesionales de los equipos de la atención primaria.
Se definirá un modelo transversal y escalonado en función de la severidad de la sintomatología que incluirá una amplia variedad de recursos, desde la atención primaria y los hospitales de día comunitarios hasta la atención domiciliaria, la atención urgente, las unidades especiales, programas específicos, o los ingresos domiciliarios o en camas de agudos para los casos más graves. Cuando se considere necesario, se diseñarán y aplicarán nuevos recursos y modelos de intervención protocolizados y rutas asistenciales.
Además de la actividad asistencial, el programa pondrá especial énfasis en la psicoeducación, la promoción de la salud y la prevención. En este sentido, desarrollará programas que permitan identificar potenciales problemas de salud mental y necesidades de la comunidad.
En el ámbito del desarrollo profesional, impulsará el uso de procedimientos innovadores, la celebración de sesiones transversales clínicas y de investigación, las solicitudes conjuntas de proyectos competitivos, y la creación y gestión de bases de datos sobre variables clínicas y respuestas al tratamiento.
Estamos seguros de que, con la colaboración de todas y todos, esta nueva etapa de enfoque de la salud mental desde una perspectiva más transversal, compartiendo recursos y programas, se traducirá en un gran beneficio tanto para los ciudadanos como para los profesionales.