El Laboratorio Clínico Territorial finaliza su transformación para atender a un creciente volumen de pruebas y al avance de la medicina personalizada

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Con la 3a fase del proyecto, se refuerza la seguridad de las pruebas de los pacientes y mejoran los espacios de trabajo de los profesionales

En 2023 el laboratorio ubicado en el HUB dio resultados de 13.400.000 pruebas, lo que supuso analizar entre 4.000 y 6.500 solicitudes cada día

La adecuación de toda una área que el Laboratorio Clínico Territorial Metropolitana Sur (LCTMS) ocupaba ya en el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) ha cerrado un proyecto que permite dar respuesta a los miles de solicitudes de pruebas que llegan en continuo aumento todos los días desde 73 centros de atención primaria y de diferentes servicios del HUB y del Hospital de Viladecans (una parte de la estructura del laboratorio se mantiene en este hospital).

Con esta 3a fase queda completada la estructura del laboratorio. De esta forma, se han creado nuevos espacios transversales de coordinación técnica, gestión y dirección, además de otros para los laboratorios de genética, cromatografía y el de virus respiratorios, que resultó clave durante la pandemia. “Estamos muy satisfechos de haber completado el proyecto, que además en esta 3ª fase ha incorporado elementos de humanización y nos ha permitido reordenar y ganar nuevos espacios como una sala de trabajo para los residentes o dos pequeñas salas para videoconferencias o reuniones”, según destaca la Dra. Núria Llecha, directora clínica del LCTMS.

La primera fase del proyecto, en 2019, supuso la construcción del Laboratorio CORE, que concentra las grandes cadenas de análisis automatizadas encargadas de las determinaciones más frecuentes (suponen un 70% del total), y de los laboratorios de Inmunología y de Microbiología, además del traslado de las pruebas de primaria que se realizaban en el CAP Just Oliveras. De esta forma, en noviembre de 2019 se registró el inicio oficial de la actividad del Laboratorio Clínico Territorial Metropolitana Sud.

En la segunda fase, en 2022 se añadieron el Laboratorio de Microbiología y el de Análisis Molecular, éste en colaboración con el ICO, equipados ambos con la tecnología más avanzada.

La labor de los profesionales del Laboratorio es un soporte fundamental para la toma de decisiones y tratamientos posteriores por parte de los profesionales clínicos. En este sentido, la Dra. Llecha subraya que la finalización del proyecto del LCTMS se traduce en un modelo de trabajo más eficiente, con muchos procesos de análisis completamente automatizados, circuitos bien definidos y espacios habilitados que aseguran la integridad y trazabilidad de las pruebas de los pacientes, así como la seguridad de los profesionales en todos los procesos. Además, remarca que “ahora trabajamos de forma mucho más abierta, en espacios compartidos; los facultativos trabajan en despachos por áreas de conocimiento y hay pocas paredes, lo que favorece el intercambio de información y de ideas”.

El LCTMS da respuesta a todas las necesidades de analíticas del territorio de referencia en todos los niveles asistenciales y con seis grandes áreas de conocimiento: bioquímica, hematología, hemostasia, inmunología, microbiología y genética que se despliegan con la ayuda de unos equipos tecnológicos de primera línea. "Conjugar el volumen que pide la primaria con la complejidad que se genera en un centro de nivel 3 como el Hospital de Bellvitge es que le da mucho valor a nuestro laboratorio", según destaca la Dra. Lecha.

En una medicina personalizada el LCTMS tiene un papel cada vez más relevante, porque para determinar los efectos o la idoneidad de un fármaco para una persona, las pruebas y análisis del LCTMS, desde las genéticas hasta las funcionales, son esenciales. “En este sentido uno de nuestros retos es dar una respuesta adecuada a estos requerimientos, teniendo en cuenta que el volumen de pruebas irá creciendo, y además ver cómo podemos sacar mayor rendimiento de los datos, que es un reto para toda la medicina, porque nosotros somos una de las principales fuentes de datos de los historiales de los pacientes”, concluye la Dra. Núria Llecha.