El acto quirúrgico se realizó en el mes de mayo con un donante del mismo hospital.
El receptor es un hombre de 54 años afectado por una miocardiopatía dilatada que ya ha sido dado de alta y evoluciona favorablemente de la intervención.
Es el primer trasplante de este tipo en Cataluña y el 8º en España. A nivel mundial, este procedimiento se ha empezado a realizar también en Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Bélgica.
Este mes de mayo, se ha realizado con éxito en el Hospital Universitario de Bellvitge un trasplante cardíaco a partir de un corazón extraído de un donante fallecido en asistolia controlada (corazón parado) en el mismo hospital. Este acto quirúrgico representa una actividad innovadora en Cataluña y abre la puerta a una nueva fuente de corazones disponibles para trasplante. Hasta ahora, en Cataluña se había logrado trasplantar con éxito todo tipo de órganos (riñones, pulmones, hígados y páncreas) de donantes en asistolia, a excepción del corazón.
El receptor es un hombre de 54 años afectado por una miocardiopatía dilatada que ya ha sido dado de alta y evoluciona favorablemente de la intervención. Se trata del primer trasplante de este tipo en Cataluña y el 8º en España. A nivel mundial, este procedimiento se ha empezado a realizar también, en los últimos años, en Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Bélgica.
La donación de órganos en asistolia se produce a partir de donantes que fallecen tras una parada cardiorrespiratoria. Esta parada cardiorrespiratoria implica que los órganos se deterioran rápidamente por la falta de flujo sanguíneo, por lo que el proceso de donación es de mayor complejidad que el posterior a un fallecimiento por muerte encefálica.
La Dra. Eva Oliver, médico intensivista y miembro del equipo de Coordinación de Trasplantes del Hospital de Bellvitge, explica que, en este caso, “el donante falleció a consecuencia de una patología neurológica irreversible. Si la causa de la muerte hubiera sido un problema cardíaco, lógicamente el corazón no habría sido apto para ser trasplantado”. Una vez certificada la defunción, se realizaron una serie de procedimientos para recuperar la función del corazón y poder evaluarlo para el trasplante. Los riñones y el hígado del donante también fueron trasplantados.
La preparación del corazón
Durante la extracción del corazón, se instaura un circuito de perfusión que permite recuperar su funcionalidad mediante la aportación de sangre oxigenada y permite también su valoración funcional por parte del equipo médico.
La técnica de extracción que se utilizó en este caso fue la perfusión regional normotérmica (PRN) en el donante, con ECMO. Se trata de una técnica que mantiene la sangre del donante circulando, una vez certificada su muerte, para mantener oxigenados los órganos, seguida de una preservación estática en frío del injerto.
Si el estado del corazón es el adecuado, se implanta igual que un trasplante cardíaco de donante en muerte encefálica. Los resultados son comparables y no hay diferencias significativas. “Los criterios necesarios para poder extraer y posteriormente implantar estos corazones son muy estrictos, específicos y controlados”, resalta el Dr. Fabrizio Sbraga, cirujano cardíaco del Hospital de Bellvitge.
El equipo de coordinación de trasplantes del Hospital de Bellvitge, además de estar avalado por los resultados y la larga experiencia en donación, ha contado con el apoyo de profesionales del Royal Papworth Hospital del Reino Unido, centro que contabiliza más de 100 intervenciones de este tipo desde el inicio de su programa de trasplante cardíaco con donantes en asistolia controlada en 2015.
“Se trata de un tipo de donación compleja, para la que nuestro hospital es el único que está preparado en estos momentos en Cataluña”, destaca el Dr. Nicolás Manito, director de los programas de trasplantes del Hospital de Bellvitge.
El trasplante cardíaco
En 2019, se realizaron en España 300 trasplantes cardíacos, 71 de ellos en Cataluña y 25 de estos en el Hospital de Bellvitge. En el año 2020, debido a la pandemia de COVID-19, el número de trasplantes cardíacos en España se redujo a 278.
Los resultados del conjunto de estas intervenciones son excelentes, con una supervivencia de los trasplantes en Cataluña del 79% a los cinco años. Según prevé el Dr. José González Costello, cardiólogo del Hospital de Bellvitge, “se estima que el programa de trasplante cardíaco de donantes en asistolia podría aumentar la disponibilidad de corazones para trasplante en un 10% en Cataluña”.
La donación en asistolia
La donación en asistolia no ha dejado de crecer tanto en Cataluña como en el resto de España desde que se obtuvieron los primeros donantes válidos en 2013. De hecho, como es sabido, es responsable del gran incremento de la donación observado estos últimos años, el cual sitúa a España cerca de los 50 donantes por millón de población.
En Cataluña la progresión ha sido similar, con una actividad que se ha ido superando año tras año, a medida que se iba ganando experiencia, se obtenían más donantes, y más centros sanitarios ponían en marcha su propio programa de donación en asistolia controlada. En el año 2020, los donantes en asistolia controlada (126) ya representaban un tercio del total de donantes válidos (378) obtenidos en Cataluña.
Sin embargo, aunque la donación en asistolia supone una destacada fuente de riñones y, en menor medida, de hígados, pulmones e incluso páncreas, el talón de Aquiles de este tipo de donantes es la efectividad de la extracción. Aunque, una vez extraído el órgano, el porcentaje de implantación es similar (81,7% en muerte encefálica y 80,4% de en muerte en asistolia), el índice de extracción es del 3,7 en muerte encefálica y sólo del 2,5 en muerte en asistolia.
Optimizar, en la medida de lo posible, estos índices de efectividad con mejores técnicas de extracción e incrementar la obtención de otros órganos son dos de los retos de la donación en asistolia controlada, a fin de conseguir una mayor disponibilidad de órganos sin que ello afecte al resultado de los trasplantes.
Más donantes significa más trasplantes
Durante el año 2020, los hospitales catalanes realizaron 999 intervenciones de trasplante, un 23% menos que en 2019 debido a la pandemia de COVID-19, según datos de la OCATT. En este sentido, el Dr. Jaume Tort, director de la OCATT, destaca que “a pesar de la intensa actividad de trasplante, a 31 de diciembre de 2020 todavía 1.073 personas continuaban esperando un órgano en Cataluña, por lo que avances como el que hoy presentamos son muy necesarios”.
Sin donantes no hay trasplantes
El Hospital de Bellvitge, la OCATT y el Departamento de Salud quieren destacar la generosidad y la solidaridad de los donantes y de sus familias, las cuales, gracias a su gesto altruista, hacen un regalo de vida y de esperanza a muchas personas que lo esperaban. Igualmente, reconocen la labor de todos los profesionales sanitarios y no sanitarios vinculados al proceso de donación y trasplante que contribuyen de manera decisiva a la consecución de estos excelentes resultados en Cataluña. Y les recuerdan que hacerse donante es tan sencillo como decidir su voluntad de ser donante y compartirla con sus familiares y amigos.