La piel es el mayor órgano del cuerpo humano y favorecer su buena salud debería pasar siempre por encima de criterios estéticos. Éste fue el punto de partida de la charla del Dr. Jaume Notario, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Bellvitge, con la que se abrió el 22 de octubre la 3ª edición del ciclo Disculpe, tengo una duda.
La cercanía del Dr. Notario se tradujo en una charla repleta de diálogo e interacción con la treintena de personas que llenaron la sala chill out de la Biblioteca de Bellvitge durante las dos horas (el doble de lo previsto) de la sesión.
Además de las funciones más fácilmente identificables de la piel como defensa microbiana, la regulación de temperatura, la inmunológica o la de protección frente a agentes externos, el Dr. Notario destacó otras dos características cada vez más relevantes: la función de relación –“es cómo nos identificamos unos a otros de forma inmediata- y el hecho de convertirse cada vez más en el desencadenante de complejos y presiones que nos autoimponemos.
Apelando en todo momento al sentido común y utilizando a menudo la ironía, subrayó que cuidar la piel debe partir de un planteamiento tan sencillo y obvio como tener una piel sana frente a tener una piel enferma, aunque en muchas ocasiones la dicotomía que aplicamos de forma errónea es tener una piel sana o una piel que nos guste.
En esta línea, destacó el sol, el tabaco y los hábitos poco saludables como los principales enemigos de la buena salud de la piel. Estirando de este hilo y respondiendo a las preguntas del público fueron apareciendo temas como la elección del filtro solar más indicado -dependiendo de nuestro fototipo-; el impacto de los tatuajes, o las diferencias entre alopecia y caída del cabello.
Por otro lado, el jefe de Servicio de Dermatología del HUB mostró ejemplos gráficos de las enfermedades más habituales que se atienden al servicio, más y menos graves, de los inofensivos acrocordones hasta los mucho más peligrosos carcinomas, pasando por la hipomelanosis en gotas o la queratosis seborreica.
En el abordaje de las patologías de la piel remarcó el valor de la experiencia del paciente, que puede resultar fundamental para ayudar al correcto diagnóstico del dermatólogo.