Entrevista a Juan de Dios Romero Lorenzo, autor del relato Crónica de una intervención programada (Desde mi habitación Volumen I, pàg. 95)

Relathador Juan de Dios
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“Si el cuerpo está débil pero la cabeza bien, plasmar en un papel lo que estás sintiendo es fantástico”

- ¿Qué pensaste cuando tuviste el primer contacto con el proyecto RELAT-Hos? ¿Cómo lo conoces?

- Me intervinieron en el Hospital de Bellvitge en el año 2017, cuando aún no se había puesto en marcha RELAT-Hos. Un año después, en 2018, operaron a mi esposa de un cáncer de mama y fue entonces cuando vi el cartel anunciando el proyecto. Yo había escrito el relato mientras estuve ingresado, porque lo primero que pedí a mi familia cuando me subieron a planta fue una libreta y un bolígrafo, aunque al final no los utilicé porque estaba rendido boca arriba y escribí el relato en el teléfono. Estuve 15 días ingresado y como tenía que estar boca arriba al final me resultó más útil para escribir el teléfono móvil. Me operaron de un tumor en la espalda, y la primera semana no pude moverme. Luego ya empezaba a deambular y después me mandaron a la Guttman. El caso es que me puse en contacto con Antonia, le envié por correo electrónico el relato que había escrito un año antes y el tema se puso en marcha! Me pareció una buena iniciativa del hospital ¡en la que había participado antes de saber que existía!

- ¿Tuviste claro desde el principio que querías participar?

- Se trataba de un relato que había escrito un año antes un poco como agradecimiento a todos los profesionales del hospital, médicos, enfermeras... Yo no había pasado por un hospital en mi vida y me impactó ver el trato humano que se daba a los pacientes. Quizás tenía otra visión de lo que era un hospital y entonces me di cuenta que el trato humano era tan terapéutico como las medicinas. Y cuando me enteré de la iniciativa de RELAT-Hos pensé que era un elemento más que el hospital aportaba en esta línea.

- ¿Qué sensaciones tuviste al ver tu relato escrito en el libro?

- Verlo publicado fue muy gratificante. Recuerdo que la presentación del libro fue un acto muy emotivo que se celebró en la sala de actos. Intervinimos varios de los relatadores y cuando pensaba que yo lo había pasado muy mal, pude conocer de cerca ejemplos de superación increíbles. Una sala prácticamente llena, el libro, los profesionales del hospital, el marco de Sant Jordi... En fin, una gran iniciativa del Hospital de Bellvitge que he podido ver que se ha extendido a otros hospitales y al final creo que es una terapia para los pacientes, lo que pasa que no todo el mundo tiene la facilidad para expresarse por escrito. A mí, desde luego, me fue bien.

- ¿Crees que la escritura es una herramienta terapéutica importante?

- ¡Por supuesto! la escritura es una herramienta terapéutica muy poderosa. Primero, porque al escribir te estás evadiendo absolutamente de lo que estás sufriendo, los dolores, los pinchazos, las vías... quedan en un segundo plano. Si el cuerpo está débil pero la cabeza bien, plasmar en un papel lo que estás sintiendo es fantástico. Y lo cierto es que a mí me fue muy bien.

- ¿Escribías habitualmente? ¿Lo sigues haciendo?

- Siempre había escrito cosas para bautizos, bodas y comuniones. En este caso quería recoger el trato humano que había recibido, mi experiencia y lo que sentía desde el momento en que entré hasta que salí por la puerta. Era una forma de conservar aquel buen trato, de guardarlo, porque las cosas se olvidan y si lo tienes escrito lo puedes recuperar en cualquier momento. He trabajado en el Ayuntamiento del Prat y allí estaba acostumbrado a escribir bastante, discursos, intervenciones, relatos, síntesis. Siempre se me ha dado bien la escritura y de hecho ahora estoy escribiendo una novela, sobre la Guerra Civil a partir de la historia de dos familiares míos, cuyos cuerpos todavía no hemos recuperado, mi abuelo y un tío mío. Ya tengo las partidas de defunción; a mi abuelo lo fusilaron en Badajoz en 1938 y la partida de defunción es de 1981. Poco a poco estoy reconstruyendo su historia, añadiendo otros personajes.

- Por último ¿nos puedes recomendar un libro?

- Soy mucho de Gabriel García Márquez. Hay párrafos de Cien años de soledad que me sé de memoria: El coronel Aureliano Buendía participó en más de 100 batallas, las perdió todas; y las trilogías de Santiago Posteguillo sobre los emperadores romanos, que describen muy bien todo el ambiente del imperio.