Después de un episodio cardíaco, gestionar las emociones es clave para la recuperación física y mental
La regulación emocional consiste en influir en nuestras emociones: cuando surgen, cómo las experimentamos y cómo las expresamos. Después de un evento cardíaco, este proceso puede ser especialmente importante para la recuperación.
Es completamente normal experimentar diferentes emociones después de un evento cardíaco, tales como:
- Miedo ante la posibilidad de un nuevo episodio.
- Tristeza por el cambio en la calidad de vida.
- Ansiedad ante la incertidumbre del futuro.
- Frustración por las limitaciones físicas.
Sentir y compartir estas emociones no es negativo. Buscar empatía es una necesidad humana, no una debilidad. Cada persona vive las emociones de forma diferente, y todas son igualmente válidas.
Adaptarse a esta nueva etapa puede ser un reto, especialmente en la integración de actividades que antes se disfrutaban. Algunas estrategias pueden incluir:
- Identificar y aceptar emociones sin evitarlas.
- Reflexionar sobre el origen de las emociones: ¿Qué me hace sentir así?
- Cambiar pensamientos negativos para encontrar otras explicaciones.
- Fijar objetivos realistas divididos en pequeños pasos.
- Practicar la respiración consciente, como la técnica del cuadrado.
La motivación es clave para mantener los cambios en su estilo de vida. Como dijo Viktor Frankl: "Quien tiene un porqué; soporta cualquier cómo". Recuerda los retos que has superado y lo que te motivó a seguir.
Si a pesar de todo sientes que no te encuentras bien emocionalmente, pedir ayuda es valiente. Consulta con el equipo médico de atención primaria o cardiología para que te deriven al servicio de psicología. Estamos aquí para acompañarte en ese proceso.
Servicio de Cardiología del Hospital de Bellvitge.