Las personas mayores ingresadas por un proceso agudo pueden presentar complicaciones y alteraciones de la conducta durante su ingreso. Por este motivo, el equipo de Geriatría ha elaborado este folleto con la información y las estrategias necesarias para dar respuesta a los problemas que puedan surgir y, así, contribuir a mantener el confort y la calidad de vida de su familiar.
Los principales problemas que pueden presentar los pacientes están relacionados con las siguientes situaciones:
Fomenten, en la medida de lo posible, la movilidad de la persona ingresada. Si no hay contraindicación, son recomendables los paseos cortos y frecuentes.
En caso de que la persona ingresada utilice instrumentos técnicos para caminar -como el bastón, las muletas o el andador-, es conveniente que los lleven al hospital.
Estimúlenlo/la para hacer ejercicios aunque los tenga que hacer en la butaca o en la cama.
Estimulen a la persona ingresada para que participe en las actividades de cuidado personal, como son: la higiene, vestirse, alimentarse y hacer sus necesidades.
Fomenten, en la medida de lo posible, su participación en aquellas decisiones relativas a su estado de salud.
Si la persona ingresada usa prótesis dental, debe llevarla puesta, siempre que no haya ninguna contraindicación. El personal de enfermería de la unidad les facilitará el material para poder mantenerla en condiciones higiénicas, mientras el paciente no la lleve puesta.
Antes de darle bebidas o alimentos, conviene que coloquen el cabecero de la cama a 45º para evitar que se atragante.
Si la persona ingresada presenta tos al tragar líquidos o alimentos, informen al equipo asistencial para que valore la conveniencia de utilizar espesantes y/o gelatinas.
No le administren alimentos por su cuenta y sin el conocimiento del equipo asistencial.
Es importante que la persona ingresada mantenga sus hábitos de eliminación durante todo el ingreso o que los recupere lo antes posible. Para lograrlo, anímenlo/la a pedir la cuña o la botella cada vez que lo necesite o acompáñenlo/la al baño, si esto es posible.
Coloquen en la mesita de noche objetos que le sean familiares: imágenes religiosas, fotos, despertador, etc. El objetivo es conseguir un entorno cercano y agradable.
Llévenle la ropa y los utensilios de uso diario. No importa que no sean nuevos del todo, lo importante es que le sean familiares (bata, zapatillas cerradas, pijama, bastón, reloj…).
Recuerden llevar también -si lo necesita- las gafas y el audífono en condiciones de uso. El paciente debe llevar puestas las prótesis, aunque deberán retirárselas en los períodos de descanso.
Mantengan a la persona ingresada entretenida y estimulada. Recuérdenle frecuentemente el día, la hora, la ubicación o el motivo de ingreso en el hospital. Enséñenle los objetos que le ayuden a orientarse (fotos, revistas, periódicos…).
Es conveniente mantener una iluminación adecuada de la habitación durante el día y dejarla en penumbra durante la noche para conseguir un ambiente adecuado para el descanso.
No es aconsejable que la persona ingresada duerma durante el día. De esta manera, le será más fácil el descanso nocturno.
Cuando se vayan por la noche a casa, déjenle una luz pequeña encendida y alguna prenda de ropa de uso cotidiano a los pies de la cama. Así, en caso de que se despierte, se orientará mejor y reconocerá su entorno.
Eviten hacer ruidos innecesarios.
Las personas cercanas a los pacientes son siempre un buen apoyo y pueden colaborar activamente en su estabilidad emocional.
Intenten que la persona ingresada esté siempre acompañada de un familiar o de una persona de confianza, sobre todo las primeras 48 horas.
Háblenle con un tono de voz tranquilizador. No hablen a sus espaldas.
Infórmenle de su situación y de todas las decisiones importantes que se tomen sobre él/ella.
Cuando la persona ingresada tenga que quedarse sola, coloquen el timbre a su alcance e informen a la enfermera para que tome las medidas de seguridad y confort necesarias.
Hospital Universitario de Bellvitge