Ahogo o fatiga en el día a día: técnicas de ahorro energético

Después de haber pasado el período más agudo de una enfermedad y a medida que comience a participar en las Actividades de la Vida Diaria (AVD) como vestirse, ducharse, subir y bajar escaleras, alguna tarea doméstica sencilla… puede que note que se ahoga o se fatiga: Es normal.

El objetivo es ganar autonomía en la vida diaria realizando las actividades de manera eficaz y con economía del movimiento. Para ello utilizaremos las Técnicas de Ahorro Energético (TAE), que nos permiten hacer las mismas actividades de manera que estas supongan el mínimo desgaste energético posible.

Es importante realizar estas tareas, pero sin llegar a fatigarse. NO debería tener una sensación de fatiga superior a 3 según la Escala de Borg.

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  • Prepare previamente todo lo que necesite.
  • Realice estas actividades sentado/a. Evite flexionar el tronco cuando necesite lavarse o vestirse de cintura para abajo; mejor utilice utensilios largos o levante las piernas.
  • En el baño, deje la puerta o ventana un poco abierta, para no acumular vapor de agua; y evite los aerosoles y los perfumes fuertes.
  • Mejor secarse con albornoz y sentado/a.
  • Si tiene dificultad para mantener los brazos elevados, use algún punto de apoyo, como apoyar los brazos mientras se afeita o se seca el cabello.
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Alterne actividades más ligeras (como por ejemplo leer un libro) con actividades de más esfuerzo (caminar). Y altérnelo siempre con períodos de descanso.

Distribuya las tareas a realizar durante todo el día, alternando actividades en las que esté sentado/a con actividades en las que esté de pie.

Haga las actividades poco a poco y con movimientos lentos y suaves. Es mejor hacer las actividades poco a poco durante todo el día que hacerlas rápidamente, todo seguido y acabar exhausto/a.

Inicie tareas domésticas y de ocio, cuando se vea capaz, aplicando las mismas TAE: sentarse para cocinar, doblar ropa, planchar…, utilizar electrodomésticos que nos faciliten la tarea, por ejemplo robot de cocina, alternar descanso y actividad, arrastrar en vez de cargar peso (utilizar carrito para comprar, desplazar el cubo con poco peso para fregar…)…

A medida que mejore su tolerancia al esfuerzo, vaya aumentando progresivamente la realización de actividades.

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Para fatigarse menos al hacer las actividades del día a día, intente coordinarlas con la respiración.

Tome aire por la nariz antes de hacer esa tarea, especialmente si es una tarea que supone un gran esfuerzo, y suelte el aire por la boca en el momento de hacerla.

Utilice el tiempo que necesite para hacerla, cada uno debe marcar su propia velocidad.

A la hora de subir y bajar escaleras siga las mismas indicaciones. Antes de subir, pare para tomar aire, suba unos escalones soltando el aire, y cuando se le acabe el aire, pare para volver a inspirar.

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Hospital Universitari de Bellvitge.

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