-¿Has tenido la enfermedad?
No.
-¿Cómo ha cambiado tu trabajo con esta crisis?
Ha sido bastante duro a nivel emocional y físico porque estábamos acostumbrados a cierto estrés, pero este estrés ha aumentado con el hecho que la enfermedad no se conoce. Muchas complicaciones... el paciente en dos minutos estaba muy mal, después se recuperaba... eran todo sorpresas. Todo esto trabajando con un equipo nuevo; por lo tanto todo era más estresante de lo que es habitualmente.
-¿Ha cambiado la relación con los compañeros?
Me pusieron en un equipo nuevo y me hicieron referente. La verdad que me llevé una sorpresa porque, al ser un equipo nuevo, pensaba que me costaría más, porque nunca he tenido el rol de referente, fue todo muy bien, todos se implicaron muchísimo. En una situación tan estresante, o te unes mucho o te distancias mucho. En nuestro caso, nos unimos. Ahora ya no trabajamos juntos pero todavía tenemos relación. La verdad se que ha sido una experiencia muy buena.
-¿Has tenido miedo de contagiarte o de llevar la enfermedad a casa?
Vivo con otro enfermero del hospital, era todo algo más flexible. Pero tampoco he visto a mis padres ni a nadie de mi familia.
-¿Qué es el peor que has vivido este días?
La manera como morían los pacientes, se morían en un segundo, no sabías que hacer, lo habías dado todo, era frustrante no saber que más hacer... Morían acompañados por nosotros, sin sus familias... yo esto me lo llevo conmigo, ha sido una situación muy extrema.
-Cita una cosa positiva de esta crisis...
Hemos aprendido mucho. Protocolos y técnicas nuevas pero también hemos aprendido a manejar emociones, a trabajar en equipo... nos hemos ayudado tanto entre nosotros, tanto.. es una pasada.