La Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Bellvitge ha incorporado este mes de octubre a su cartera de servicios una innovadora modalidad de tratamiento de las arritmias cardíacas que se prevé que en los próximos años revolucione el campo de la electrofisiología cardíaca intervencionista.
Se trata de la ablación con campos eléctricos pulsados, que provoca una electroporación irreversible, una nueva tecnología que, mediante la admi-nistración de pequeñas descargas eléctricas, permite destruir muy selecti-vamente el tejido cardíaco que causa la arritmia. Se trata, pues, de una ter-cera opción –utilizando, en este caso, la energía eléctrica– que se añade a los dos procedimientos intervencionistas utilizados principalmente en este campo en la actualidad: la ablación por radiofrecuencia y la crioablación.
Como estas dos técnicas, la ablación con campos eléctricos pulsados se practica a través de un catéter que se introduce por una incisión en la ingle hasta llegar a la aurícula izquierda. La intervención tiene una menor dura-ción total que las practicadas en la actualidad y, según la experiencia acu-mulada hasta ahora, reduce el riesgo de complicaciones para el paciente.
El Hospital Universitario de Bellvitge ha sido el primer hospital del Instituto Catalán de la Salud y uno de los diez primeros de españa en incorporar esta técnica.
El Hospital de Bellvitge ha empezado a aplicar la ablación con campos eléc- tricos pulsados en pacientes con fibrilación auricular paroxística y persis-tente. Se trata de la arritmia más frecuente entre la población general y la que más se trata en las unidades de arritmias.
El Dr. Ignasi Anguera, director de la Unidad de Arritmias del Hospital de Bellvitge, destaca que esta nueva tecnología “presenta un gran potencial por-que es muy específica: sólo lesiona el tejido del músculo cardíaco que ne-cesitamos lesionar, sin causar prácticamente ningún daño colateral”.
Además, el menor tiempo de intervención en relación con otros procedimientos previsiblemente permitirá aumentar la eficiencia de las salas de in-tervencionismo e incrementar el número total de pacientes tratados anual-mente.
Según Ignasi Anguera, la ablación con campos eléctricos pulsados podría acabar imponiéndose como tratamiento de elección en sustitución de las otras técnicas que se utilizan actualmente, algo que habrá que confirmar a través de los resultados que se obtengan en los próximos años.
El Hospital Universitario de Bellvitge es centro de referencia en el tratami-ento intervencionista de las arritmias complejas y realiza anualmente unas 150 intervenciones de este tipo.