El Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Bellvitge ha puesto en marcha este mes de julio su primer programa de hemodiálisis a domicilio. Esta innovadora prestación permite que el paciente se someta a hemodiálisis de manera más cómoda y adaptada a sus horarios y necesidades y que lo haga en sesiones más cortas y más suaves (cinco o seis días por semana en sesiones de 2 horas, en vez de tener que acudir al hospital tres días por semana y someterse a sesiones de 4 horas).
Este régimen menos agresivo repercute en una disminución de las complicaciones y los ingresos hospitalarios y en un aumento de la supervivencia en relación con los pacientes que se dializan en el hospital, según han demostrado estudios internacionales. La hemodiálisis a domicilio también resulta económicamente más eficiente para el ahorro del gasto en transporte y en personal asistencial, y facilita el mantenimiento de la autonomía y la actividad laboral del paciente.
El programa que se ha iniciado en Bellvitge utiliza un aparato de diálisis domiciliaria transportable de última generación, pionero en Cataluña, que realiza hemodiafiltración on-line (tecnología que consigue niveles más altos de depuración de las toxinas en relación con la convencional). El sistema, de unos 25 kilos de peso, no requiere obras de instalación. Previamente, el paciente tiene que pasar por un proceso de aprendizaje y entrenamiento en el uso de la máquina a cargo del personal asistencial del hospital que dura de 3 a 5 semanas.
La enfermedad renal crónica es una patología en la que los riñones no son capaces de eliminar de manera natural las toxinas acumuladas en la sangre. En sus fases avanzadas, es necesario un tratamiento sustitutivo, el más efectivo de los cuales es el trasplante renal. Sin embargo, los pacientes que no pueden recibir un riñón o están a la espera de un órgano deben ser tratados con hemodiálisis o diálisis peritoneal.
Mientras que en la hemodiálisis –el tratamiento mayoritario– la sangre se hace circular por un circuito externo del cuerpo donde se limpia antes de volver al organismo, en la diálisis peritoneal se filtra a través de una membrana natural del abdomen, el peritoneo. Este último sistema tiene la ventaja de ser portátil, y puede ser aplicada en el domicilio, por lo que cada vez es más recomendada a los pacientes a los que se puede aplicar. Así, en los últimos siete años, el Hospital Universitario de Bellvitge ha pasado de tener 20 a 70 pacientes anuales en diálisis peritoneal.
En el momento actual, con el reciente desarrollo de máquinas de hemodiálisis transportables, aparece una posibilidad más para otros pacientes de seguir el tratamiento en el mismo domicilio, siempre que lo permitan las características del enfermo y su motivación. En este sentido, el Dr. Josep M. Cruzado, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Bellvitge, destaca que la hemodiálisis a domicilio "ha comenzado a implantarse con fuerza en todo el mundo y es previsible que, a la larga, sustituya la hospitalaria en todos aquellos casos en que sea posible".
La tasa de incidencia de pacientes que necesitan tratamiento sustitutivo renal en Cataluña ha aumentado un 3,43% del 2011 al 2017. Los últimos datos del Registro de Enfermos Renales indican que, en 2017, requirieron tratamiento sustitutivo en Cataluña 1.249 nuevos pacientes, de los cuales 988 iniciaron hemodiálisis, 173 diálisis peritoneal y 88 recibieron un trasplante anticipado. El total de trasplantes renales ese año fue de 780 (773 en 2018), cifras proporcionalmente muy altas pero lejos de poder llegar a todos los pacientes que se encuentran en diálisis.