"A veces tengo pensamientos malos, pero si les doy un poco de tiempo y los escribo, se transforman"
- ¿Qué pensaste cuando tuviste el primer contacto con el proyecto RELAT-Hos? ¿Cómo lo conoces?
María del Carmen Pallas.- Estaba ingresada en el hospital y mi hija, dando una vuelta por la planta, vio las hojas informativas y me las trajo porque sabe que me gusta escribir, sobre todo poesía. Luego ya vino Antonia y me lo explicó todo, pero la culpable inicial fue mi hija.
- ¿Tuviste claro desde el principio que querías participar?
M.C.P.- Cuando escribí el relato estaba ingresada con una neumonía. En la historia relato desde mi salida de Galicia -porque soy gallega- para acabar viviendo aquí, en Bellvitge. Y era ahí cuando se puso la primera piedra del hospital, cuando se inundó. Recuerdo que con aquellas inundaciones, en 1971, venían los helicópteros a llevarnos víveres porque estábamos aislados y no podíamos movernos porque todos los bajos del barrio de Bellvitge estaban inundados. Me han traído todos los médicos de aquí desde hace muchos años y es mi hospital, por eso tenía muy claro desde el principio que quería participar en RELAT-Hos.
- ¿Qué sensaciones tuviste al ver tu relato escrito en el libro?
M.C.P.- Sentí alegría al verlo publicado, ¡pero también vi que tenía muchas faltas de ortografía! Tenía el deseo de manifestar mi agradecimiento a los doctores que me han atendido desde 1993, cuando me hicieron la primera intervención, como el doctor Azpeitia, aunque nos peleábamos como el perro y el gato. Lo escogí como médico secretamente, a través de un radiólogo de mama al que pregunté por un buen cirujano del hospital. Me habló entonces del dr. Azpeitia, y al final fue mi médico.
- ¿Cree que la escritura es una herramienta terapéutica importante?
M.C.P.- Estoy completamente segura de la capacidad terapéutica de la escritura; sin duda digo que sí, por experiencia propia. Te libera el pensamiento de lo malo. Desde que estoy escribiendo de nuevo, tengo mejor ortografía. Además, es una forma de que la mente no se pare. Tengo malos pensamientos también, pero si les doy un poco de tiempo y los escribo, se transforman.
- ¿Escribías habitualmente?
M.C.P.- Me gustaba escribir ya desde pequeña, pero después debes cambiar tus gustos por las necesidades. Empecé a escribir en Galicia cuando era pequeña y vine a Barcelona con 21 años. Todas esas ilusiones quedaron aparcadas entonces. Aquí había que trabajar, criar a los hijos… y dejé de escribir completamente hasta el año 2006, cuando escribí una poesía para mi nuera, que estaba embarazada. Y en 2007 entro en un Centro Poético y allí seguí escribiendo. Escribía, pero de manera aficionada, porque lo que soy es profesora de corte y confección y trabajo como fabricante al por menor de prendas de vestir y comercialización. Me gustaba leer, me gustaba escribir y hacía las cosas a mi modo sin conocimientos ni preparación de literatura.
- ¿Por último nos puedes recomendar un libro?
M.C.P.- La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones; Los ratones de Dios, de Luis Rendueles, y sobre todo García Lorca, Rosalía de Castro y Antonio Machado.
Breve conversación con la hija de Carmen, presente también durante la entrevista
- Mi madre va siempre con su libretilla y allí va apuntando cosas, es como su inspiración, su ratito.
- Le responde Carmen: Me gusta ir con mi hija al camping, porque allí se juntan mar, río y lago y allí me siento… no sé, es como una inspiración.
- Ella siempre va con la libreta y apunta cosas que después se pone a desarrollar.
- Carmen responde: En fin, cada uno se distrae…