El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una enfermedad mental que afecta entre un 2% y un 3% de la población. Aunque a menudo se hacen bromas sobre el comportamiento obsesivo, la realidad para las personas que viven con TOC es muy diferente. Para ayudarnos a entender mejor este trastorno, compartimos un resumen de la intervención de la doctora Pino Alonso, jefa del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge, entrevistada en el pódcast Veus de Bellvitge.
La doctora Pino Alonso explica que el TOC se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos que la persona experimenta de manera involuntaria y repetitiva, causándole un gran malestar. Las compulsiones son los actos que la persona realiza para intentar reducir este malestar, como lavarse las manos compulsivamente o comprobar repetidamente si ha cerrado la puerta de casa.
El TOC puede ser muy incapacitante, ya que interfiere significativamente en la vida diaria de quien lo padece, afectando su trabajo, vida familiar y relaciones sociales.
Hi ha quatre temes centrals al voltant dels quals solen girar les obsessions en persones amb TOC:
- Por a la contaminació: sovint acompanyada d’un comportament compulsiu de neteja constant.
- Temor de cometre errors: això porta a revisar contínuament accions o decisions, com si hagués tancat correctament una porta o apagat el gas.
- Ordre i simetria: les persones necessiten que tot estigui col·locat d’una manera determinada.
- Obsessions de contingut sexual o religiós: pensaments intrusius que causen angoixa o culpa.
Según la doctora Alonso, el TOC es una enfermedad del cerebro con una base genética. Aproximadamente un 35-40% del riesgo de padecer TOC es hereditario, aunque hay otros factores que pueden influir, como cambios hormonales (por ejemplo, durante el embarazo) o traumas infantiles. Además, el TOC puede manifestarse en cualquier momento de la vida, pero es más común que comience en la infancia o adolescencia.
Uno de los mayores retos del TOC es el retraso en el diagnóstico. Según estudios, las personas con TOC suelen tardar entre 7 y 10 años en buscar ayuda, en parte por la vergüenza o culpa que les generan sus pensamientos obsesivos. La doctora Alonso subraya que un diagnóstico precoz es clave para evitar que el trastorno se cronifique.
El tratamiento incluye terapia psicológica, en particular la exposición con prevención de respuesta (EPR), que ayuda a los pacientes a enfrentarse a sus obsesiones sin recurrir a las compulsiones. En casos más graves, también se utiliza medicación.
Hospital Universitari de Bellvitge