- Mirar a la persona a la cara.
- Hablar con naturalidad, ni muy deprisa ni muy despacio. Vocalizar sin exagerar ni gritar.
- Emplear frases sencillas, pero completas.
- No cubrir nuestra cara con las manos ni con ningún objeto, para facilitarle la lectura labial.
- Utilizar gestos sencillos y / o la escritura para mencionar información importante: palabras poco comunes, nombres, direcciones, horarios, fechas, etc.
- En caso de entregar algún documento o impreso, asegurarse de su comprensión.
- Para llamar su atención dar leves “toques” en el hombro o brazo.
- Tener paciencia en la comunicación. Si la persona no nos entiende, repetir el mensaje o construirlo de forma más sencilla, pero correcta y con palabras de significado similar.
- Si la persona está acompañada de un intérprete de lengua de signos, dirigirse a la persona con deficiencia auditiva y no al intérprete intermediario.
Hospital Universitari de Bellvitge.