El juego simula la urgencia vital de un aneurisma de aorta abdominal con rotura (AAAR) para fomentar el trabajo en equipo y la toma de decisiones en entornos de alta presión
El piloto se ha editado en catalán, castellano e inglés y ya se ha incorporado a las sesiones de formación de equipos asistenciales
Ha sido desarrollado por el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del centro, con el apoyo del CatSalut
El Hospital de Bellvitge ha creado Let’s Play - The RAAA Experience, un innovador juego de mesa para entrenar a equipos clínicos en el manejo del aneurisma de aorta abdominal con rotura (AAAR, por sus siglas en inglés RAAA – Ruptured Abdominal Aortic Aneurysm), una urgencia poco frecuente, pero con una mortalidad cercana al 100 % si no se actúa con rapidez. La iniciativa, pionera en el sistema sanitario catalán, ha sido liderada por la Dra. Elena Iborra, jefa del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de Bellvitge, y ha contado con la financiación del Servicio Catalán de la Salud en el marco del programa de Proyectos Transformadores del SISCAT.
El piloto de este recurso gamificado ya se ha editado en catalán, castellano e inglés y se ha incorporado como herramienta de formación en simulación para equipos multidisciplinares del Hospital de Bellvitge.
Una urgencia vital que exige máxima coordinación
El aneurisma de aorta abdominal con rotura es una urgencia vital que requiere una actuación coordinada e inmediata entre los equipos de cirugía vascular, anestesiología, enfermería y personal celador. Esta situación puede conllevar una pérdida de más del 30 % del volumen sanguíneo. Let’s Play – The RAAA Experience recrea este escenario con gran nivel de detalle y permite entrenar la respuesta clínica en un entorno seguro.
«Es una forma diferente y eficaz de preparar a los equipos para una situación de extrema gravedad, en la que el tiempo y la comunicación lo son todo», explica la Dra. Iborra. «Con este juego no solo se refuerzan conocimientos, sino que también se potencia el trabajo en equipo y habilidades no técnicas como el liderazgo, la conciencia situacional o la toma de decisiones», añade.
¿Cómo funciona el juego?
Durante aproximadamente una hora de partida, las personas participantes asumen distintos roles -cirujano o cirujana vascular, anestesiólogo o anestesióloga, instrumentista o personal celador- y deben coordinarse para gestionar correctamente todo el proceso, desde el diagnóstico hasta la salida del quirófano.
El tablero representa un quirófano híbrido e incluye los elementos físicos y técnicos que se utilizan en un caso real.
El juego incorpora cartas de rol, listas de verificación, cartas de habilidades no técnicas, fichas de material y tarjetas que representan las distintas fases del proceso. Una persona facilitadora guía la sesión y uno o varios observadores realizan la evaluación para identificar áreas de mejora.
Let’s Play – The RAAA Experience permite adaptar el contenido al contexto y a los circuitos asistenciales de cada hospital. El material ya está disponible para su descarga y se compartirá con otros centros hospitalarios para fomentar una respuesta estandarizada ante el AAAR. La versión piloto está diseñada para entre 6 y 15 jugadores, con una duración de entre 45 y 60 minutos por partida.
Gamificación para salvar vidas
La iniciativa se enmarca en las líneas de trabajo del Código Aorta y en las sesiones de simulación avanzada que impulsa el Hospital de Bellvitge para mejorar la respuesta clínica ante situaciones de riesgo vital. Este enfoque permite combinar teoría y práctica, reforzar rutinas asistenciales y generar espacios de reflexión en equipo.
«Una actuación rápida, coordinada y bien entrenada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Con este juego aportamos una herramienta innovadora, eficaz y adaptable para ayudar a los equipos a estar preparados cuando realmente importa», concluye la Dra. Iborra.
El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de Bellvitge es referente y pionero en el tratamiento del AAAR. El centro es uno de los hospitales con mayor volumen de pacientes tratados en los últimos veinte años. La implantación del programa endovascular ha permitido reducir la mortalidad postoperatoria en diez puntos porcentuales, del 42 % al 32 %, en la última década